Sostenibilidad
3 de julio de 2019
Equilibrio medioambiental sostenible: Lo que buscan los steakholders

A grandes rasgos, la sostenibilidad busca solventar el desarrollo de necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, apuntando a garantizar principalmente el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.

Lamentablemente, cuando analizamos el performance de Chile en materia medioambiental, según el Banco Mundial y su informe de 2018 “Los Desechos 2.0”, somos el segundo país de América Latina que más basura genera. Tenemos un promedio per cápita de 1,15 kilos al día y, al mismo tiempo, somos el primer país de la región que eliminó las bolsas plásticas del comercio. En este sentido, es posible apreciar cómo, por una parte avanzamos, pero en otras nos queda un largo camino por recorrer.

En el caso de Bci, somos una entidad que ha comprendido que la sostenibilidad no es una opción, sino una obligación, que es responsabilidad de todos los actores de la sociedad. Por lo mismo, hemos desarrollado una estrategia que busca generar valor a cada uno de nuestros grupos de interés, promoviendo el bienestar económico, social y ambiental, a través de distintos focos estratégicos como financiamiento responsable e inclusión financiera, compromiso con la comunidad y experiencia del colaborador, además de transparencia y confianza. Algunos de los programas que hemos realizado son:

– Instalación de paneles solares en el edificio corporativo.

– Certificación ISO 14001, norma internacional de sistemas de gestión ambiental (SGA).

– Cuantificamos y verificamos la huella de carbono de toda la operación de Bci, con el fin de gestionar su disminución año a año, en este sentido en 2018 fuimos capaces de reducirla en un 4%.

– Buscamos un alto estándar en nuestro desempeño ambiental, social y económico, para lograr esto desde 2015 adherimos al indicador de sostenibilidad Dow Jones.

En este contexto, otro actor importante son los nuevos inversionistas, quienes no sólo buscan el buen desempeño económico de las empresas que apoyan, sino que también quieren saber qué tan sostenibles son, cómo se relacionan con la comunidad y cómo abordan las problemáticas ambientales.

Ejemplos de este tipo de empresas hay muchas en el mundo. Algunas de las más destacadas son: Chr. Hansen Holding a/s en Dinamarca, una firma danesa de biociencia que obtiene más del 80% de sus ingresos desarrollando soluciones naturales para conservar alimentos como el yogur y la leche, proteger cultivos con bacterias naturales en lugar de pesticidas y alternativas a los antibióticos para animales; Kering, SA de Francia, seguida de Neste Corporation del mismo país, así como también Orsted en Dinamarca y GlaxoSmithKline plc del Reino Unido, quienes han sido reconocidas a nivel internacional por el ranking de Forbes de “Las empresas más sostenibles del mundo” a inicios de este año.

Éstas y muchas otras grandes entidades han entendido que una empresa sin foco en la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad, en general, es una empresa destinada a desaparecer.