11 de diciembre de 2019
El desafío de lograr la circularidad en Chile

Este 11 de diciembre, en el Cuerpo B Economía y Negocios, publicamos el sexto artículo de la alianza editorial junto a El Mercurio.

Este miércoles 11 de diciembre fue publicado en el Cuerpo B Economía y Negocios el sexto artículo de nuestra segunda alianza editorial junto a El Mercurio llamada “Camino a la COP 25”, referente a la Conferencia de las Partes que se está realizando en Madrid, España.

En esta oportunidad apareció el reportaje “El desafío de la circularidad”, que trata sobre la reducción y uso eficiente de los recursos, la reutilización y el reciclaje.

Junto a esto, presentamos casos de empresas socias en materia de desarrollo sostenible, alineados a la Agenda 2030. Esta vez, se destacó la labor realizada por Polpaico.

Revisa el texto original acá

El desafío de la Circularidad

Transformar la forma en que hacemos negocios y transitar hacia un sistema circular, en el que prioricemos la reducción de recursos, la reutilización y el reciclaje, no solo es urgente, sino que además, es buen negocio.

Avanzar de una economía lineal, de extracción, producción, consumo y desperdicio, a una circular, en la que se aprovechen al máximo los recursos, priorizando la reutilización y el reciclaje, es la fórmula más lógica de desarrollar negocios con mirada de largo plazo.

En 2016, Chile promulgó la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que compromete a los fabricantes de ciertos productos, a planificar y financiar la gestión de sus residuos derivados de sus artículos. Esto, unido a las fuertes campañas ciudadanas impulsadas por el Ministerio de Medio Ambiente para desincentivar el uso de bombillas plásticas, fue fortaleciendo un ambiente más consciente sobre la necesidad de modificar hábitos y, sobre todo, modelos de producción.

En esta misma línea, durante 2018, ACCIÓN Empresas junto a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje, suscribieron un Acuerdo de Producción Limpia (APL) Cero Residuos a Eliminación, donde hoy participan más de cuarenta empresas, que han permitido contribuir al desarrollo de la industria del reciclaje, a la gestión de residuos y apoyar al Ministerio del Medio Ambiente en el diseño e implementación del Sello Cero Residuos a Relleno Sanitario.

“Las exigencias del consumidor han aumentado debido a la urgencia climática y los graves problemas ambientales que esto conlleva. Esto ha impulsado la necesidad de producir de manera más limpia con la finalidad de reducir la contaminación del aire, agua y suelo, y procurar la conservación de la biodiversidad. Por ello, como organización que promueve negocios sostenibles, nos resulta esencial que las empresas viren sus modelos de negocios hacia la minimización de los residuos, con énfasis en la conciencia de sus impactos, modificando variables como el eco diseño, reciclaje y reutilización. Pensar en una economía centrada en la posesión del servicio a una enfocada al uso, es muy innovador”, asegura Marcela Bravo, gerente general de ACCIÓN Empresas.

Por su parte, Giovanni Calderón, Director Ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, asegura que “las empresas se han interesado porque ven en la economía circular un modelo virtuoso, que les permite evitar pérdidas y ser más eficientes, generando beneficios económicos importantes en toda su cadena productiva y lograr impactos positivos para nuestro planeta. La economía circular es una respuesta concreta a la crisis global que es el cambio climático”, explica Calderón.

La planificación de la COP25 en Chile, la que ya va en su segunda semana, ayudó a instalar con más fuerza esta temática a través de diferentes actividades y seminarios, como el XIX Encuentro de Desarrollo Sostenible “SOS: Crisis Climática”, realizado por ACCIÓN, el que profundizó en la necesidad de cambiar los modelos de producción y consumo de cara a la crisis climática.

Para reafirmar aún más el compromiso con el medioambiente, nuestro país se encuentra desarrollando un diagnóstico de Economía Circular, apoyado con recursos del Climate Technology Centre and Network (CTCN), organismo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el que arrojará información que permitirá desarrollar, durante el año 2020, una hoja de ruta en esta materia.

¿Vamos en el camino correcto?

Si bien Calderón reconoce que se han logrado avances para mejorar la eficiencia de los recursos, a su parecer, esto resulta insuficiente. “Nuestro sistema sigue basado en el consumo en lugar del uso restaurativo de los recursos”, dice, y agrega que “falta mayor comprensión de los procesos productivos, entender que el cambio necesariamente involucra a toda la cadena productiva y que juntos es más fácil innovar. Hoy la economía circular se aplica a parte del proceso y se requiere de una visión integral para hacer un cambio real”.

Por su parte, Marcela Godoy, presidenta de la Asociación de Consumidores Sustentables (AdC Circular) cree que la economía circular es un ecosistema que se está construyendo y, que en la medida que se masifique el concepto y se valide como un modelo de negocios, se instalará de manera transversal en Chile.

Para establecer acciones, indica que es necesaria la educación, regulaciones tanto de políticas públicas como entre empresas y la colaboración de las personas. “Lo demás se dará en la medida que se comprueben los beneficios que ya están proyectados por los especialistas “La ciudadanía tiene un rol muy importante, sobre todo en el mundo de los productos con los que tienen contacto directo, como los envases y embalajes, textiles, alimentos, y aparatos electrónicos. Necesitamos que se incorporen consumidores circulares, que lleven al mercado a replantear y transformar sus servicios”, asegura.