Sostenibilidad
5 de julio de 2022

Escenarios de futuro para Chile | Pablo Villoch

Cuando la humanidad enfrenta tiempos de crisis, se activa naturalmente la preocupación por el porvenir. A lo largo de la historia, han surgido todo tipo de chamanes, profetas, adivinos, y en los últimos siglos, científicos y economistas que buscan proyectar el futuro. En las últimas décadas han aparecido diversos enfoques y metodologías de construcción participativa de futuros que se han aplicado múltiples en sectores y países: prospectiva estratégica, escenarios transformativos, backcasting, los tres horizontes, etc. Chile no es ajeno a esta tendencia. En el último tiempo se han presentado varias iniciativas que están proyectando posibles escenarios de futuro en diversos ámbitos y horizontes temporales.

Desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación se elaboró el informe “Nuestros futuros. Chile al 2050” desde un enfoque de anticipación y priorización. Desde la iniciativa “Tenemos que hablar de Chile” impulsada por la Universidad Católica y la Universidad de Chile, con el apoyo metodológico de Reos Partners, publicaron “Chile al 2030. Escenarios de Futuro”. Por su parte, la Universidad del Desarrollo con el apoyo de Fundación Enel y un centenar de expertos están impulsando Chile Territorio Futuro.

Estas iniciativas se suman a los esfuerzos multisectoriales previos como el Congreso Futuro, Diálogos para un Chile Sostenible, Escenarios Energéticos, Energía 2050, Escenarios Hídricos y el libro “Surfeando el Futuro. Chile al 2025“, publicado por el Consejo Nacional de Innovación y Competitividad liderado por Fernando Flores en 2013.

A nivel global destacan iniciativas que han proyectado visiones y escenarios futuros como el informe al Club de Roma “Los límites del Crecimiento”, los Escenarios Globales del Instituto Tellus y su reporte “La Gran Transición”, la Visión 2050 del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) difundida en Chile por Acción Empresas, y  por supuesto, los más recientes informes del IPCC sobre cambio climático.

Todas estas iniciativas y publicaciones son importantes y aportan un gran valor a la reflexión ineludible sobre el futuro que queremos vivir. Sin embargo, no responden a la pregunta de fondo que ya nos hacía Humberto Maturana: ¿queremos realmente convivir en ese futuro?

Años de experiencia facilitando procesos de diálogo entre actores entrampados por conflictos socioambientales me han mostrado que si hay algo que permite destrabar las tensiones ocasionadas por un pasado que no podemos cambiar es reconocer el daño causado y reenfocar la mirada hacia el futuro que sí queremos y podemos construir.

Otto Scharmer, quien estuvo de visita en Chile durante la tercera semana de junio, señala la importancia de la conciencia del liderazgo y su apertura mental, emocional y volitiva para aprender a cocrear colectivamente ese futuro emergente que necesita lo mejor de nosotros para concretarse, y muestra los riesgos de aferrarse a patrones y rutinas disfuncionales del pasado. La mayoría de las empresas tiene una visión del futuro deseado que le otorga sentido a su estrategia de negocio ¿Están nuestra visión y nuestros modelos de negocio enmarcados en el cuidado de las condiciones que permiten y sostienen la vida del presente y del futuro?