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Con gran pesar hemos visto cómo, desde el pasado 14 de enero, un gran incendio se ha expandido en la comuna de Quilpué y alrededores, consumiendo hasta el momento más de 4 mil hectáreas. Un triste recordatorio que nos llega cada año cuando empieza la denominada “temporada de incendios”.
Independiente de que el 99% de la causa del fuego sea por error humano, el cambio climático sí juega un papel importante en los impactos de estos siniestros. Entre sus efectos, logran que los incendios se propaguen más rápido, duren más tiempo y alcancen un mayor tamaño. El aumento sostenido de la temperatura, los vientos fuertes, las olas de calor y la extensa sequía, son condiciones en parte potenciadas por el cambio climático y que producen el “escenario perfecto” para que estos eventos empeoren cada año.
Por ello, es esencial que las empresas de todos los sectores, tomen acciones concretas de adaptación para enfrentar, e idealmente evitar, estas catástrofes que en época estival amenazan a todo el país.
El 2019 lanzamos el estudio “Empresas y Cambio Climático en Chile: el camino hacia una adaptación sostenible”, el cual determinó que entre las empresas hay grandes brechas en cuanto a la comprensión del cambio climático, sus efectos y las medidas de adaptación que se pueden incorporar.
Como propuesta, el informe presenta tres etapas que debe seguir una compañía para abordar correctamente este proceso: Capacitar a los trabajadores sobre el cambio climático y sus peligros, realizar un diagnóstico de las necesidades de adaptación de la empresa y finalmente, generar una estrategia con acciones y monitoreo de avances. Existen varias herramientas para empezar a integrar estos pasos, sin embargo, se debe destacar el recientemente lanzado Atlas de Riesgos Climáticos (ARClim) del Ministerio del Medio Ambiente, instrumento abierto y a través del cual el sector privado puede ver las amenazas que enfrentan sus actividades productivas en los territorios correspondientes.
Si bien la adaptación es un tema complejo y tal vez nuevo para algunos, cada día hay más información, herramientas y guías para avanzar en su implementación. Entonces, ¿Qué falta para que este desafío sea abordado por todas las empresas?
