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9 de mayo de 2023

Inversionistas millennials, inversionistas con impacto | Gabriela Salvador

Hace algunos años la empresa Tupperware, lanzó una campaña para hacer la vida más fácil: creó una línea para cocinar en los mismos potes plásticos que guardas en el refrigerador para ganar tiempo. Esa estrategia que sirvió en el trabajólico mayor de 50 años que podía calentar el tupper y almorzar frente al computador, hoy tiene a la empresa al borde de la quiebra: los jóvenes no quieren plástico en su casa, menos en su mesa y en su plato.

Un caso que puede parecer anecdótico, pero que muestra lo que viene. Estamos frente a un nuevo consumidor, el ciudadano millennial: heredero del “efecto Greta”, propenso a la comida libre de animales, que cuenta su huella de carbono en su smartwatch y busca el sello cruelty free antes de comprar un shampoo. Y ese consumidor, hoy también es inversionista, uno que puede hacer que cambie la forma tradicional de hacer negocios.

Y Ronald Cohen, autor del libro The Impact, nos entrega números para dimensionarlo: hoy las familias billonarias del mundo reúnen en conjunto una cifra de 3.5 trillones de dólares y ¿Adivinen? Este año el 40% de los herederos de estas fortunas tienen entre 27 y 42 años, la estratificación exacta de lo que se ha definido como generación millennial. Una generación de inversionistas que al momento de invertir investiga dónde van a ir sus fondos, y qué están haciendo por las personas y el planeta. Inversionistas que no se conforman con que una compañía no haga daño, si no que entregue un beneficio directo y medible en lo que le interesa: el mundo sostenible.

Estas son las llamadas inversiones de impacto, que se desenvuelven en la triple hélice riesgo, retorno e impacto y que, junto con generar una rentabilidad, tienen la intencionalidad de impactar positivamente a la sociedad y/o medio ambiente de una manera cuantificable.

Según Cohen, el mercado de las inversiones de impacto en el mundo mueve 31 billones de dólares anuales. Además, creció un 30% en menos de un año y representa el 15% de los activos invertibles. Una de las características de las inversiones de impacto es que, junto con generar retorno mayor a largo plazo, facilita que se destinen recursos en compañías que cuentan con modelos sostenibles y se mantengan a lo largo del tiempo, produciendo una huella positiva en el planeta y en las personas que se ubican en el centro de la pirámide social.

En Chile es un mercado naciente que ha crecido un 182% desde 2018 según ha informado la Asociación Chilena de Fondos de Inversión (ACAFI). Hoy existen 14 fondos que reúnen US$390.000 en activos sociales y medioambientales y que se enfocan en resolver desafíos vinculados a la educación, emprendimiento, tecnología, agrícola, etc.

Pensando en los herederos millennials, según el mismo Cohen, esto es una oportunidad para que los family office usen sus conocimientos financieros para convertir los objetivos sociales en conceptos financieros, que pueden contribuir a construir el propósito de una familia y a la vez promover la unidad por un fin mayor.

La inversión de impacto, más que una opción moral, representa una decisión inteligente: Para mejorar el planeta debemos mejorar la forma de hacer negocios, y de eso, los millennials saben.