Los buenos líderes debemos aprender a diferenciar los problemas técnicos de los adaptativos. Los primeros, suelen ser más sencillos y tener soluciones aparentes. Los adaptativos en cambio, son mucho más complicados e involucran a los seres humanos y sus emociones.
Por eso no me extraña que la causa más común del fracaso en el liderazgo se produce al tratar los desafíos adaptativos como si fueran problemas técnicos, ¿y saben qué? empiezo a ver que como líderes y sociedad hacemos esto con mucha frecuencia.
Por ejemplo, hace un tiempo un amigo me regaló un póster de unicornio y lo puse en la pared al lado de mi escritorio. Un día, llegué a la oficina y el cartel del unicornio ya no estaba! Le pregunté a mi equipo al respecto y me dijeron que la cinta adhesiva pegaba mal en la pared de ladrillos, y que por eso el unicornio se había caído y hubo que moverlo a la esquina. Pero este era mi unicornio, con un valor emocional significativo para mí y estaba acostumbrado a que estuviera donde lo dejé.
Las soluciones técnicas son mucho más rápidas y fáciles de explicar e implementar, razón por la cual las amamos tanto. Pero solo funcionan para problemas técnicos. Si una planta se ve caída, la riegas. Si el techo tiene una gotera, le echas un poco de alquitrán, pegas una teja o la cubres con cinta adhesiva (o lo que sea; no sé nada sobre arreglar techos).
Dentro de nuestras propias organizaciones tenemos cambios en el liderazgo, rotación de personal, directorios inactivos o una multitud de otros desafíos, y es fundamental que los líderes reconozcan los elementos de adaptación y tomen medidas en consecuencia. Pero también debemos prestar atención a los desafíos más grandes que estamos tratando de abordar como país. Vemos todo el tiempo que, como Estado, gobierno y sociedad, tratamos los problemas (vivienda, hambre, pobreza, escuelas de bajo rendimiento, salud, etc.) como desafíos técnicos e implementamos soluciones técnicas cuando son mucho más complicados y requieren que las personas y los sistemas cambien y se adapten.
A veces, frente a la complejidad de los desafíos de la sociedad adaptativa, recurrimos a soluciones técnicas porque son mejores que la alternativa de no hacer nada. ¡Consigamos que una mujer se sume al directorio! ¡Hagamos que dos personas de pueblos originarios se unan a nuestra organización! ¡Pongamos todos nuestros fondos de responsabilidad social empresarial para mitigar el impacto ambiental!
Necesitamos comprender mejor estos desafíos porque, a diferencia de mí y de mi increíble póster de unicornio, no se puede ayudar a nuestros niños, familias y comunidades con una cinta de adhesiva distinta sin importar cuán resistente esta sea.