c5/ Transparencia y Reportabilidad
5 de noviembre de 2024

El salto cuántico en nuestra normativa chilena de sustentabilidad | Pablo Vidal

Hace unos meses, China ingresó oficialmente al club de los grandes mercados que han incorporado mayores exigencias en cuanto a divulgación ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza). Estos esfuerzos se suman a los ya emprendidos por el ISSB en EE.UU., el EFRA en Europa y, en Chile, por la CMF a través de la NCG 461.

En nuestro país, hace unas semanas, el nivel de conversación alcanzó un nuevo nivel, tras explicitar, la CMF, al igual que en gran parte de los países de Sudamérica, la necesidad de realizar una consulta pública -ya cerrada, y a la espera de sus resultados-para evaluar la incorporación de los marcos impulsados por el IFRS a partir de las normas S1 y S2 a nuestra norma 461.

Esto supondrá un salto cuántico para una norma que, paradójicamente, aún no culmina su periodo de implementación. Además, confirma que el escenario para la divulgación ESG está lejos de apagarse y, por el contrario, está más propenso a seguir creciendo con una evidente mayor complejidad.

Para los menos doctos, las IFRS – conocidas en español como NIIF (Norma Internacional de Información Financiera) y NIC (Norma Internacional de Contabilidad) – establecen los requisitos de reconocimiento, medición, presentación e información a revelar sobre transacciones y sucesos económicos importantes en los estados financieros. Están diseñadas para ser aplicadas en los estados financieros con propósito general, así como en otras informaciones financieras de cualquier entidad con fines de lucro. En palabras simples, son el gran marco de referencia para la contabilidad financiera.

De este modo, la llegada de las normas IFRS S1 y S2 representa una señal más del avance de la agenda ESG, pero ahora con un elemento adicional: transitando de un enfoque comunicacional y de divulgación a uno más financiero. Podríamos decir que en Chile comienza la era de la contabilidad ESG.

La gran novedad que traen las normas S1 y S2, que establecen los requisitos generales para la identificación de riesgos y oportunidades financieras en materia de sostenibilidad y clima respectivamente, es que el relato comunicacional y la información que comuniquen las empresas deberán coincidir con el relato contable y con la información financiera que presenten. En términos prácticos, esto significa que las decisiones estratégicas que las empresas tomen y comuniquen en áreas como el clima, los derechos humanos, las relaciones laborales y las nuevas formas de trabajo – por mencionar algunas – deberán reflejarse en la información financiera que divulguen. Esto representa una revolución en la forma de comunicar temas ESG.

Observamos con gran interés esta nueva consulta pública de la CMF, que es solo una primera señal de lo que está ocurriendo en otros lugares como Colombia, Brasil, México y otros países de la región, donde las normas IFRS S1 y S2 ya forman parte del panorama regulatorio.

Asimismo, es prudente y necesario que los gremios empresariales y las mismas empresas participen activamente en la discusión.