La Academia de Sostenibilidad Empresarial (ASE) de Acción Empresas, anunció el lanzamiento de su nuevo curso Gestión de la IA para la Sostenibilidad Empresarial, una propuesta de formación diseñada para ofrecer conocimientos clave sobre inteligencia artificial.
El curso, tiene como objetivo principal identificar los aspectos relevantes de la IA, así como los riesgos e impactos que conlleva su implementación. Con una duración total de cuatro horas, los participantes podrán explorar temas cruciales, que incluyen una introducción al tema, aspectos éticos, riesgos corporativos y la importancia de la ciberseguridad y protección de datos.
Dirigido a directores, gerentes de empresas y consultores en gobierno corporativo, el curso se realizará en modalidad online el próximo 21 de noviembre de 09:00 a 13:00 horas. Los inscritos participarán de exposiciones teóricas y análisis de casos prácticos, lo que les permitirá aplicar los conocimientos adquiridos a sus propias realidades empresariales.
El programa también incluye un módulo sobre el proyecto de ley de inteligencia artificial en Chile, brindando a los inscritos una visión clara de las normativas que están moldeando el futuro de la IA en el país.
Andrés Pumarino, experto en derecho y tecnología, será el docente encargado de guiar a los participantes a través de este contenido esencial. Con más de 20 años de experiencia y un sólido historial académico, aportará su visión y conocimientos para facilitar una comprensión profunda de la materia.
Para más información e inscripciones, los interesados pueden contactar a Isidora Candia, coordinadora de Formación de ASE al correo [email protected].
Beneficios de la IA para la sostenibilidad empresarial
La implementación de tecnologías de inteligencia artificial (IA) ofrece a las empresas una serie de beneficios que transforman su enfoque hacia la sostenibilidad. Al permitir la personalización de productos y servicios según las expectativas de los clientes, la IA optimiza la experiencia del consumidor y promueve una mayor lealtad a la marca. Esta capacidad de ajuste no solo mejora la satisfacción del cliente, sino que también contribuye a la eficiencia operativa.
Además, la IA facilita la optimización de la cadena de valor, mejorando la anticipación y la rapidez de respuesta ante cambios del mercado. Esto se traduce en un rendimiento recalibrado, donde las empresas pueden abrir nuevas fronteras en la creación de productos y servicios, alineando sus operaciones con prácticas más sostenibles.
Sin embargo, es fundamental que la adopción de la IA se realice con un sentido ético. Los sistemas deben ser diseñados para actuar de manera responsable, considerando las implicaciones de sus decisiones. Esto es especialmente importante dado que la IA puede consumir grandes cantidades de energía, lo que conlleva retos ecológicos significativos. Es crucial encontrar un equilibrio entre los beneficios de la tecnología y su impacto ambiental.
A pesar de los riesgos asociados a la automatización, como la posible pérdida de empleos, la integración de la IA en el entorno laboral también puede dar lugar a nuevas oportunidades. Por ejemplo, la automatización en sectores como el retail y la manufactura puede liberar a los trabajadores de tareas repetitivas, permitiéndoles centrarse en actividades más estratégicas y creativas.
En conclusión, la IA no solo representa una nueva forma de éxito empresarial, sino que también tiene el potencial de contribuir a la sostenibilidad. Con un enfoque ético y responsable, las empresas pueden aprovechar la IA para innovar, optimizar y, al mismo tiempo, cuidar del planeta y de su gente.