En la reciente COP16, celebrada en Colombia, se subrayó la urgente necesidad de que todos los sectores de la sociedad aceleren la acción para frenar y revertir la pérdida de biodiversidad. En este contexto, Business for Nature -coalición que reúne a organizaciones empresariales de todo el mundo- destacó la importancia para los países de adoptar Planes Nacionales de Biodiversidad, con un enfoque específico en el sector empresarial para involucrarlo con los compromisos del Marco Mundial para la Diversidad Biológica.
El histórico Marco Mundial Kunming-Montreal para la Biodiversidad, adoptado hace dos años, sigue siendo la principal referencia para la acción global sobre biodiversidad. Sin embargo, durante la COP16, las conversaciones destacaron que se necesita una mayor colaboración entre gobiernos, empresas y la sociedad civil para alcanzar las metas establecidas para 2030. El mensaje fue claro: “Los sectores empresariales deben asumir su responsabilidad en la protección y restauración de la naturaleza, movilizando inversiones y ajustando sus modelos de negocio a las nuevas exigencias ambientales”.
En este escenario, Acción Empresas ha jugado un papel crucial liderando el diseño de un Plan de Acción Empresarial que convoca y alinea al sector privado chileno con los objetivos globales. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia que busca integrar la biodiversidad a nivel transversal en nuestro país a través de la colaboración entre el sector público y privado.
Durante la COP16, Business for Nature presentó un informe que destacó los avances de esta colaboración, subrayando que el Plan de Acción Empresarial en Chile es un ejemplo a seguir. Este busca no solo mitigar el impacto ambiental de las empresas, sino también movilizar el quehacer empresarial hacia prácticas positivas para la naturaleza y la biodiversidad. En ese sentido, la organización comentó que esta hoja de ruta será clave para que las empresas chilenas contribuyan de manera efectiva a los objetivos del Marco Mundial para la Biodiversidad.
Un futuro con compromisos claros y acción global
La COP16 ha sido un llamado de atención para los gobiernos y las empresas. A pesar de las dificultades y las negociaciones incompletas, el encuentro evidenció la urgencia de actuar. En ese contexto, el liderazgo de iniciativas como el Plan de Acción Empresarial en Biodiversidad impulsado por Acción Empresas, en colaboración con sus empresas socias, Acciona, AES, Aguas Andinas, Antofagsta Minerals, Anglo American Chile, Arauco, Bayer, CMPC, Colbún, Copec, Nestlé, Nutrisco, SQM Litio y Syngenta, además del apoyo de representantes de la Universidad de Concepción, Pontifica Universidad Católica y la Universidad del Desarrollo, se trata de un ejemplo de cómo las empresas pueden contribuir activamente a aumentar los impactos positivos en la biodiversidad mientras aseguran su propia transición hacia modelos de negocio sostenibles.
El próximo paso es garantizar que estos esfuerzos sean escalados y replicados en otros países, y que las empresas de todos los sectores se comprometan a una acción tangible para proteger la naturaleza, en Chile, bajo el marco del Plan de Acción Empresarial y las directrices del Marco Mundial.
Un llamado a reorientar los flujos financieros hacia la naturaleza
Uno de los temas más discutidos en la COP16 fue la necesidad de reorientar los flujos financieros para promover inversiones en la conservación de la biodiversidad. Business for Nature, junto con otras organizaciones, advirtió que “sin cambios radicales en los incentivos financieros y los subsidios actuales”, no será posible cumplir las metas del Marco Mundial. En este sentido, el Plan de Acción Empresarial en Chile también juega un papel esencial al considerar en sus ejes estratégicos de trabajo para el 2025 el tema financiero, contribuyendo en la transición hacia economías más sostenibles.
A pesar de los avances, la COP16 dejó claro que aún existe una brecha significativa en la integración de la biodiversidad en los sectores económicos. En el caso de Chile, el Plan de Acción Empresarial debe ser una herramienta para fomentar la colaboración entre empresas y gobiernos, y facilitar la creación de políticas que contribuyan al compromiso empresarial con la naturaleza.
Un momento de reflexión y acción conjunta
Aunque las negociaciones de la COP16 no lograron todos los avances esperados, quedó claro que la biodiversidad ha subido al centro de la agenda política global. La participación activa de los sectores empresariales fue destacada como un factor clave para el futuro éxito de los acuerdos internacionales. Más de 230 empresas y representantes del sector financiero estuvieron presentes en el evento para exigir políticas más ambiciosas y mayores regulaciones que garanticen la integración de la biodiversidad en sus operaciones.
Entre los logros más significativos, se destacan los esfuerzos para movilizar mayor financiamiento para la naturaleza y la incorporación de los pueblos indígenas en el proceso de toma de decisiones, una medida clave que se acordó durante la COP16 para asegurar que las comunidades locales, que son las principales guardianas de la biodiversidad, estén en el centro de las políticas públicas.
En definitiva, la COP16 no fue solo un espacio de debate, sino un recordatorio de que todos somos responsables de preservar la biodiversidad para las futuras generaciones. Las empresas tienen un papel vital que desempeñar en este proceso, y su participación activa en iniciativas como la liderada por Acción Empresas es crucial para lograr los objetivos de la biodiversidad en 2030.
