Las empresas que entienden el pulso de los tiempos saben que adaptarse ya no es suficiente. Lo que hoy se exige es anticiparse, liderar y construir soluciones de sostenibilidad que respondan a los desafíos ambientales, sociales y de gobernanza que marcan la agenda global y local.
Acompañar esta transformación requiere algo más que buenas intenciones: demanda herramientas concretas, formación especializada, conexión con las tendencias que están redefiniendo los mercados, y espacios de colaboración capaces de impulsar cambios reales. En nuestra red, hemos consolidado para 2025 una hoja de ruta diseñada para fortalecer a las empresas en su capacidad de evolucionar, innovar y generar impacto desde el negocio.
La formación es uno de los motores más potentes de este proceso. A través de la Academia de Sostenibilidad Empresarial (ASE), impulsamos el desarrollo de competencias clave en derechos humanos, gestión ambiental, diversidad y gobernanza. Más que un complemento, hoy el conocimiento se vuelve el cimiento que permite avanzar con solidez en un contexto de alta exigencia.
Nuestro enfoque para este año es claro: acelerar la transformación hacia modelos de negocio sostenibles, con resultados tangibles en los ámbitos ambiental, social y de gobernanza. No se trata solo de responder a nuevas regulaciones o estándares internacionales, sino de asumir que el futuro de las empresas está profundamente conectado con el bienestar del planeta, las personas y la solidez de sus propios sistemas de gobernanza.
La acción colectiva es un pilar esencial para avanzar en sostenibilidad. Iniciativas como el nuevo Acuerdo de Producción Limpia en Residuos o el Plan de Acción Empresarial en Biodiversidad reflejan el valor de la colaboración público-privada, articulada junto al Ministerio del Medio Ambiente, para abordar desafíos ambientales de manera coordinada y efectiva, demuestran que cuando el sector empresarial trabaja junto al sector público, es posible alcanzar resultados concretos que benefician tanto al negocio como al entorno en el que se inserta.
Para las organizaciones que buscan profundizar su compromiso, contamos además con los Cinco Criterios Clave de Sostenibilidad, una metodología internacional que permite medir avances, detectar brechas y construir planes de acción orientados a maximizar el impacto positivo de las empresas en su cadena de valor y en la sociedad.
En estos años, he podido ver de cerca cómo pertenecer a una red como Acción Empresas marca una diferencia profunda. Estar conectados, aprender entre pares, compartir experiencias reales y sumar fuerzas en espacios de incidencia público-privada, nos permite avanzar más rápido, con más certeza y con mayor impacto. Ninguna empresa puede enfrentar sola los desafíos del futuro. La sostenibilidad es, sobre todo, un proyecto colectivo.
Hoy, transformar el negocio es transformar el futuro. Y quienes entienden que la colaboración y el propósito compartido son parte del camino, no solo construyen empresas más resilientes, sino también un país y un planeta más sostenibles.
