Han pasado más de siete años desde que asumí la gerencia general de Acción Empresas. Siete años que, aunque parecen haber volado, estuvieron llenos de propósito, transformación y colaboración.
Llegué a una organización comprometida con poner la sostenibilidad en el centro del desarrollo empresarial, y me voy con la convicción de que hoy esa misión está más viva y sólida que nunca.
Durante este tiempo, impulsamos importantes avances: creamos la Academia de Sostenibilidad Empresarial, promovimos herramientas como los Cinco Criterios Clave de Sostenibilidad para medir el avance de nuestras empresas socias y fuimos pioneros en instalar el debate sobre derechos humanos en el mundo empresarial chileno.
Fortalecimos la gobernanza de la organización, actualizando nuestros estatutos e incorporando nuevas voces al directorio. Nos abrimos al mundo, participando activamente en la COP25 y la COP16 de Biodiversidad, y nos conectamos más profundamente con redes internacionales como el WBCSD. Y, por sobre todo, acompañamos a muchas empresas en su camino por integrar la sostenibilidad como parte de su núcleo estratégico.
Hoy cierro este ciclo para abrirme a nuevos desafíos profesionales y personales, convencida de que las organizaciones también crecen cuando se renuevan sus liderazgos. Me voy profundamente agradecida del equipo, por su compromiso inquebrantable; de las empresas socias, por creer en la colaboración como motor de cambio; y especialmente del directorio, por su respaldo constante, su visión de largo plazo y su confianza generosa a lo largo de estos años.
El futuro de Acción Empresas está lleno de oportunidades. Nos enfrentamos a un nuevo orden global más incierto y desafiante, donde la sostenibilidad ya no es un diferencial, sino una condición para operar con legitimidad y resiliencia.
En ese contexto, Acción Empresas tiene el potencial y la responsabilidad de profundizar su rol articulador, conectando al sector privado con el Estado, la academia, la ciudadanía y la comunidad internacional. La organización debe seguir creciendo como una plataforma técnica, ética y convocante, capaz de traducir las grandes transformaciones en acciones concretas que mejoren la vida de las personas y regeneren los ecosistemas.
Creo que Acción Empresas puede aumentar aún más su incidencia pública, aportando con evidencia, propuestas y articulación al diseño de políticas públicas sostenibles. También puede fortalecer su trabajo con pymes, emprendedores y territorios, ampliando la comunidad de sostenibilidad y haciendo partícipes a quienes aún no han tenido espacio o apoyo para transitar ese camino. Y debe seguir siendo un espacio donde se comparten buenas prácticas, se construye confianza y se colabora sin competencia para avanzar juntos.
Me voy con la certeza de que el equipo, las empresas socias y la nueva gerenta general sabrán tomar la posta con fuerza, empatía y visión. Y desde donde esté, seguiré acompañando este movimiento transformador que no solo mejora la forma de hacer empresa, sino que también contribuye a un Chile más justo, inclusivo y sostenible.
Gracias, de todo corazón.