La incertidumbre se ha convertido en la nueva normalidad del mundo, y las crisis de confianza en las instituciones, la polarización social y el incremento de la sobre información, son solo algunos de los factores que definen este contexto actual en constante transformación.
Necesitamos más que nunca, personas convencidas de la importancia del “para qué” de sus acciones, y solo indagando en nuestro propósito personal, podremos poner de pie a las organizaciones de las que somos parte esencial, y que están llamadas a reactivar el mundo con un enfoque de triple impacto.
Conectar trabajadores con propósitos globales, es el nuevo reto empresarial porque la nueva realidad necesita de empresas responsables y transformadoras, que generen los cambios necesarios en su gobernanza y en la toma de decisiones pensando en los retos sociales y ambientales que debemos afrontar todos en las próximas décadas. Porque todos formamos parte y estamos interconectados.
Se trata de inteligencia social, es sostenibilidad y es el único camino para un futuro compartido.