Territorios Sostenibles
14 de septiembre de 2023

Colaboración con propósito | Magdalena Simonetti

A juicio de la opinión pública, “buscar equilibrio en la gestión económica, social y ambiental” y “generar cercanía y confianza con la sociedad”, son los dos principales objetivos que debe perseguir una compañía para lograr una buena reputación. Según la última edición del Observatorio Reputacional de IPSOS, ambos aspectos nos hablan de la necesidad corporativa de conectarse y ser participantes activos, construyendo vínculos con el entorno.

Para que la relación que una empresa establece con su entorno sea genuina y aporte valor, es importante que pueda identificar cómo posibilitar e impulsar ese vínculo y cómo colaborar y unirse en pos de un objetivo común. Muchas veces, esa conexión está dada por el propósito.

Los voluntariados corporativos son instancias privilegiadas para dar vida a los propósitos, porque permiten a las y los colaboradores involucrarse directamente con la sociedad a la que se aspira contribuir y porque, al mismo tiempo, dan la oportunidad de construir y fortalecer equipos, mejorar el clima laboral, aumentar el sentido en el trabajo y generar mayor compromiso con la organización.

Con esta certeza, Juntos por la Infancia -proyecto que se funda en la articulación de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la Corporación 3xi y la Comunidad de Organizaciones Solidarias-, ha puesto en el centro los voluntariados, comprendiendo que cuando es posible unir el propósito de personas y corporaciones los resultados son virtuosos. Juntos por la Infancia invita a las empresas y sus colaboradores a poner en el centro un objetivo compartido: hacernos co-responsables del bienestar de los niños, niñas y adolescentes más vulnerados y excluidos de nuestro país, es decir, de aquellos que actualmente viven en residencias de protección de Mejor Niñez (ex Sename).

Las alianzas de colaboración 1+1, entre una empresa y una residencia, son la forma en la que se realiza este modelo. Aquí, las personas que integran los voluntariados corporativos son quienes llevan adelante la relación con los equipos de las residencias, los niños, niñas y jóvenes que viven ahí, trabajando juntos para lograr mejores condiciones y mayor bienestar.

Juntos por la Infancia permite, entonces, construir valor compartido. En palabras de gerentes y empresarios que se han convertido en voluntarios de sus compañías, estas instancias les han dado la posibilidad de ser agentes activos en problemáticas contingentes y urgentes, aumentar el compromiso de los trabajadores y, especialmente, humanizar las relaciones al vincular los valores personales y corporativos.

Y desde el punto de vista social, este proyecto ha logrado cumplir su objetivo de cambio. Las alianzas entre empresas y hogares de protección han sido fundamentales para impulsar cambios de alto impacto en la calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes. Los compromisos que las empresas y voluntarios asumen van mucho más allá que sólo un aporte económico. Estos contribuyen en el buen uso del tiempo libre de la niñez, apoyan la vida independiente de los jóvenes cuando egresan de las residencias y mejoran las condiciones físicas de los hogares. Es decir, corresponde a tres ámbitos que son indicadores claves del bienestar subjetivo desde la evidencia científica. Además, entregan herramientas de formación a los equipos de las residencias y colaboran en su gestión administrativa y financiera.

A lo largo de estos seis años de vida de Juntos por la Infancia, hemos visto formarse y florecer múltiples alianzas. Estamos convencidos de que podemos seguir generando mayor impacto en las vidas de niño, niñas y jóvenes, y que una herramienta fundamental es el voluntariado corporativo. Hemos sido testigos de que el voluntariado es capaz de perdurar cuando se transforma en el espacio donde confluye el propósito personal y el corporativo, donde se diluye la línea entre beneficiados y benefactores y donde lo que ocurre es un punto de encuentro entre personas que tienen un objetivo común.

Es en este punto donde surge, sin duda, el valor y bienestar compartidos para todos los involucrados.