Las nuevas problemáticas y desafíos son complejos, afectarán a todos y no podrán ser resueltos por un solo sector, necesitarán de la colaboración de una multiplicidad de actores, debido a su creciente complejidad.
Actores públicos, privados y de la sociedad civil deberán adaptarse para aprender a colaborar eficientemente, haciendo el esfuerzo de reconocerse, aprender cómo y por qué cada organización funciona y existe, para trabajar desde sus potencialidades, con foco en solucionar problemas específicos, con objetivos generales compartidos.
Estos actores deberán comprender el valor de cada uno en igualdad de importancia, a través de riesgos y beneficios compartidos desde los proyectos, conectando y aprendiendo de la experiencia y recursos de cada uno, donde no se debe olvidar que en el centro de las problemáticas están las personas, las que además deben ser incorporadas desde la escucha activa y participación.
Se trata de una integración multisectorial donde la clave para avanzar es la confianza, la que se recuperará siendo eficientes en el impacto, evidenciando su éxito o fracaso, tomando lo mejor de cada uno, articulándose de una mejor forma, cumpliendo estándares de alto rendimiento con planificación integral, a través de las personas que componen estas organizaciones, reconociendo que sus intereses se cruzan y que el éxito de cada uno dependerá de las nuevas formas para abordar los desafíos que enfrentaremos.
Para todo esto hemos desarrollado en Fundación Patagonia Colab, un laboratorio de impacto territorial que coordinará fomentando y apoyando la interacción de actores claves, buscando mayor y mejor impacto, así como el desarrollo de un centro de aprendizaje colectivo para su replicabilidad y escalabilidad.
Somos un grupo de organizaciones que suman al estado por su capacidad de apalancamiento y propósito, a privados por su eficiencia demostrada en el mercado e incluimos a la sociedad civil por su mirada a largo plazo, entregando el corazón de la implementación en los territorios. Todo esto da como resultado un mayor valor social, público y privado. De esta experiencia se generarán aprendizajes colectivos que tendrán valor para cada uno de sus participantes en los distintos niveles que proponemos.
Nuestro primer desafío será disminuir la brecha de conocimiento entre la función de cada organización, debido a experiencias de interacción limitada. Entenderán sus capacidades, pero también de sus limitaciones, trabajarán sobre métricas de desempeño y reportabilidad acordes a los nuevos desafíos, mostrando el valor de lo público y lo social.
Buscaremos construir confianzas basados en el respeto mutuo, fomentando un espacio de diálogo en una sociedad que necesita un espacio de encuentro con efectos reales en sus vidas, donde las diferencias se transformen en fortalezas, para enfocarse en el valor que cada uno puede sumar por el bien común.