Cambio Climático
25 de agosto de 2021

Aguas Andinas despliega ambicioso plan de descarbonización para reducir sus emisiones

En 2020, la compañía de servicios medioambientales redujo 15% sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) gracias a una serie de iniciativas enmarcadas en la economía circular, que incluyen la generación, autoabastecimiento y compra de energía renovable, así como una mayor eficiencia en los procesos, desarrollo de la electromovilidad y nuevas soluciones basadas en la naturaleza.

El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) fue lapidario al señalar que el ser humano es el principal responsable del calentamiento global. En él se señala que no existe lugar en el planeta que no esté sintiendo sus efectos y que 10 años antes de lo esperado, es decir, en 2040, la temperatura promedio del planeta superará los 1,5°C.

Frente a este adverso escenario, la principal sanitaria del país, Aguas Andinas, ratificó su compromiso de limitar las emisiones contaminantes y contribuir en la ambición de no superar en 1,5° C el aumento de la temperatura planetaria.

Desde hace varios años, la compañía trabaja en un plan de descarbonización, siendo pionera en el sector “Water Utilities” a nivel mundial en definir las metas e implementar una estrategia de reducción de emisiones de cara a 2030, con base científica validadas por The Science Based Targets Initiative (SBTi).

Gracias a medidas inmediatas, Aguas Andinas disminuyó en 2020, 15% de sus emisiones en comparación con 2019. Para lograrlo fue clave el rol de las Biofactorías – evolución de las plantas depuradoras de aguas servidas – que en un proceso virtuoso además de limpiar y devolver el agua a sus cauces naturales también generan gas natural, electricidad y abono agrícola. Esto permitió alcanzar casi la totalidad de su autoabastecimiento, a lo que se suma la compra de energía renovable y otras iniciativas como el desarrollo de la electromovilidad y mejoras de eficiencia en diversos procesos. Todo esto en un modelo de economía circular y buscando nuevas soluciones basadas en la naturaleza.

“Nuestro objetivo 2030 es reducir en 54% las emisiones de CO2 de alcance 1 y 2, considerando como año base el promedio entre 2017 y 2018, y alcanzar una reducción del 16% las emisiones de CO2 de alcance 3″.

 

Pamela Bravo, jefa de Sostenibilidad de Aguas Andinas.

La jefa de Sostenibilidad de Aguas Andinas, Pamela Bravo, señaló que a futuro la compañía tiene ambiciosas metas para reducir sus gases de infecto invernadero (GEI). “Nuestro objetivo 2030 es reducir en 54% las emisiones de CO2 de alcance 1 y 2, considerando como año base el promedio entre 2017 y 2018, y alcanzar una reducción del 16% las emisiones de CO2 de alcance 3″, explicó Bravo, señalando que es clave no sólo gestionar y mitigar la huella de carbono propia, sino también aquellas indirectas que no dependen directamente de la compañía.

En esa línea, Bravo destacó el trabajo mancomunado que se ha realizado con los proveedores esenciales de Aguas Andinas, en donde bajo el programa Supply Chain del CDP (Carbon Disclosure Proyect) se abordan los riesgos y oportunidades asociados al cambio climático y la gestión de gases de infecto invernadero (GEI).

La inversión como clave para enfrentar el cambio climático

Para hacer frente al cambio climático no basta con reducir las emisiones. También es necesario adaptarse y tener una actitud resiliente frente al complejo escenario de extrema escasez hídrica que afecta a la zona central por más de 12 años. Es por eso que Aguas Andinas ha aumentado de manera inmediata la capacidad de extracción de agua mediante nuevos pozos, con el objetivo de combatir los descensos en los caudales de los ríos Maipo y Mapocho, que en los últimos años han visto sus cauces promedio bajar en cifras sobre el 55% y 70% respectivamente.

Lo anterior, ha sido posible gracias a un plan de inversiones para combatir los diversos efectos del cambio climático. Sólo en 2020 se destinaron más de $130 mil millones y para este 2021 se espera contar con una cifra similar, además de oportunidades de inversión adicionales por otros US$ 500 millones. Destacan los Megaestanques de Pirque, que permitieron aumentar de 11 a 34 las horas de autonomía de agua potable en la ciudad, los Pozos de Cerro Negro-Lo Mena que permitirán llegar a las 37 horas de respaldo, en 2022, y el ducto de Toma Independiente el Manzano que permitirá llegar a las 48 horas comprometidas con la autoridad y hasta los 3 meses frente a eventos climáticos extremos.