30 de enero de 2020
Comisión para el Mercado Financiero explicó los alcances de la modificación a la Norma N°386

Patricio Valenzuela, Intendente de Regulación de la CMF, detalló los cambios que está impulsando la entidad en la información exigida en el reporte de Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de la Norma de Carácter General (NCG) N° 386 que, hasta este 31 de enero, estará en consulta pública.

Hasta mañana, 31 de enero, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) tendrá en consulta pública una propuesta que moderniza la información exigida en el reporte de Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de la Norma de Carácter General (NCG) N° 386, que las entidades inscritas en el Registro de Valores deben remitir en su memoria anual.

Esta propuesta es relevante ya que considera esencial que los emisores de valores de oferta pública divulguen información ESG (criterios que toman como referencia factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo), datos que le permitirán a los inversionistas evaluar y seleccionar aquellos instrumentos financieros que se ajustan de mejor manera a sus criterios de inversión sostenible.

Pero ¿por qué se está impulsando este cambio? Patricio Valenzuela, intendente de Regulación de la CMF señala que esta normativa está enfocada a entregar información al inversionista para que pueda evaluar y distinguir entre las empresas que están mejor preparadas y aquellas que tienen determinadas prácticas o impactos en el entorno. La idea, según indica, es reducir la asimetría de información que entregan las empresas.

“Como regulador te das cuenta que está mejor preparada una empresa cuando tiene más conexión, está más cerca y en sintonía con lo que está pasando a su alrededor. Efectivamente lo que pasa en el entorno o en la sociedad afecta a la empresa, lo que pasa con la empresa afecta al sistema financiero y, por lo tanto, hay una interconexión que hace que sea relevante que la empresa, en su proceso de gestión de riesgos y en la información que reporta, tenga incorporado esa sintonía, esos factores ESG. Este es su cable a tierra, lo que te permite entender lo que está pasando en la sociedad”, explica Valenzuela.

Junto a esto, señala que el objetivo es incorporar a la sección de Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible del reporte anual, temas económicos, medioambientales y sociales.

“En términos simples, el reporte económico permite saber qué hacen las empresas para prevenir prácticas poco sanas como la corrupción, AML (Anti-Money Laundering), y prácticas anticompetitivas. Esto es más concreto, va más allá del modelo de prevención de delitos, la idea es saber qué está haciendo la empresa y su postura para evitar esos métodos”.

En este mismo ítem también se toma en cuenta la relación con los proveedores. “Esto permite saber cuáles son los plazos de pago, políticas de evaluación y elección. Lo que aquí queremos es que vayan más allá de la ley y transparenten qué están haciendo para pagar oportunamente a sus proveedores. Por ejemplo, la ley permite pagar fuera de plazo, pero con una multa en intereses. Entonces, ahora se exigiría que nos informen, en caso de ser multados, cuáles son los intereses que están pagando por ese concepto, para que el inversionista sepa cómo está tratando a sus proveedores”

En materia medioambiental, en tanto, “necesitamos que nos digan qué está haciendo para disminuir los residuos que generan, las metas de huella de carbono, qué hacen con la huella hídrica, cuánta de la energía que usan viene de fuentes renovables, y qué sanciones medioambientales han tenido, etc”.

Respecto al tema social, por último, Valenzuela precisó que es importante que la empresa indique cómo se relaciona con sus trabajadores, si entrega más permisos de los que la ley establece, cómo incorpora la diversidad (ya sea de edad, género, nacionalidad o antigüedad), la brecha salarial, capacitación para sus colaboradores y programas sociales.

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