Las 27 compañías que forman parte del Acuerdo de Producción Limpia (APL) liderado por Acción Empresas junto a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC), están siendo capacitadas en la utilización de CTI, metodología creada por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y KPMG, que les permitirá elaborar una línea base de circularidad para acelerar acciones sustentables.
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En la llamada “década de la acción”, se han establecido objetivos circulares ambiciosos en Chile, como la “Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040” y la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que han logrado que el sector público y el privado compartan una visión de futuro sobre nuevas formas de producción y consumo.
Con la finalidad de acelerar este camino, las 27 empresas que forman parte del Acuerdo de Producción Limpia (APL) “Transición hacia la Economía Circular”, liderado por Acción Empresas junto a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC), con el apoyo de Corfo y los Ministerios del Medio Ambiente y de Salud, se encuentran trabajando en la utilización de la herramienta internacional “Indicadores de Transición Circular 2.0” (CTI, en inglés), creada por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y la consultora KPMG, que les permitirá medir el impacto de sus actividades circulares, a través de métricas, ya sea a nivel de empresa, unidad de negocio o grupo de productos.
Esta metodología, que por primera vez es usada en el país, facilitará a las empresas la ejecución de una línea base de circularidad, con la que podrán elaborar un plan de gestión y guiar la reducción de recursos primarios –como fuentes fósiles– y la disminución de residuos. CTI considera el análisis de entradas y salidas de agua, energía y materiales destinados a generar productos y servicios, además de los desechos. El propósito es que las empresas comprendan sus riesgos y oportunidades y prioricen acciones para monitorear sus desempeños.
Una de sus características de este marco universal y cuantitativo, es que se puede aplicar a empresas de todas las industrias, tamaños, eslabones de la cadena de valor y geografías. En Chile, está siendo empleada por Aceros AZA, AES Andes, Agrosuper, Aguas Antofagasta, Banco Santander, Cervecería AB InBev Chile, Chilexpress, Compañías CIC, CMPC, Colbún, Cristalerías de Chile, Dimerc, Empresas Melón, Essbio, Fundición Talleres Ltda, Gasco, Grupo Komatsu Cummins, Grupo Polpaico, Masisa, Metro, Rosen, SMU, SQM, Statkraft Chile, Terminal Pacífico Sur Valparaíso SA (TPS), Virutex Ilko/Mamut y Volta.
“Para gestionar y avanzar, es necesario medir y fijar metas específicas. Justamente este APL llama a la ambición, a correr las barreras para transitar hacia una economía circular y, para eso, cuenta con una herramienta que orienta a las empresas en su toma de decisiones, que asegura procesos sustentables y abre nuevas posibilidades de modelos de negocios sostenibles, involucrando a toda la cadena de valor”, señala Marcela Bravo, Gerenta General de Acción Empresas.
Por su parte, Tomás Saieg, Jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente, explica que para enfrentar las crisis medioambientales –la climática, la de biodiversidad y la de contaminación– “debemos cambiar la forma en que producimos y consumimos, dejando atrás la lógica lineal y reemplazándola por una de economía circular, en la que los materiales se utilicen de la forma más eficiente posible y en la que los procesos productivos no degraden, sino que, al contrario, regeneren nuestros ecosistemas. Por eso valoramos este Acuerdo de Producción Limpia, porque moviliza al sector privado en el objetivo de ser un Chile circular”.
En este momento gerentes/as y colaboradores/as de las empresas participantes se encuentran en capacitaciones sobre el manejo de la herramienta, dirigidas por el WBCSD y la consultora KPMG, que comenzaron en mayo pasado y finalizarán en septiembre próximo. En esta etapa, elegirán el alcance que tendrá su medición –ya sea un producto, insumo, proceso o planta industrial–, según la disponibilidad de información con la que cuenten y según los lineamientos de la estrategia de cada negocio, obteniendo como resultado su línea base circularidad.
Este APL, que termina a finales de 2023, convoca a distintos actores públicos y privados, que buscan instalar capacidades para la economía circular, además de generar estándares que se puedan usar en distintos sectores productivos. “Para nosotros este APL es un instrumento de gran relevancia, y nuestra expectativa es que contribuya concretamente a la implementación de políticas públicas, siendo de particular importancia la Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040, coordinada por el Ministerio del Medio Ambiente, y el Programa Transforma Territorio Circular, desarrollado por Sofofa Hub e impulsado por CORFO y el Ministerio del Medio Ambiente”, indica Ximena Ruz, Directora Ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático.
Por último, José Miguel Benavente, Vicepresidente Ejecutivo de Corfo asegura que, en un contexto de emergencia climática, la colaboración es clave para dar respuesta a los desafíos globales. “Esta iniciativa pública-privada será un medio a través de la cual las empresas podrán avanzar hacia la transformación de sus modelos de negocio y generar conciencia de las ineficiencias de los modelos basados en extraer-producir-consumir-desechar. Este nuevo APL, además, facilitará las acciones de política pública que desde Corfo estamos liderando a través del programa Transforma Territorio Circular”.