Silvia Lara P., es considerada una figura destacada e influyente en la lucha contra la desigualdad, tanto desde el sector público como desde el privado. Es reconocida por su incansable labor en la promoción del desarrollo humano y la inclusión social. Desde su rol como Ministra de Trabajo y Seguridad Social de Costa Rica, hasta su participación en organizaciones internacionales; Lara ha abogado por políticas que combatan la desigualdad en todas sus formas.
Recientemente, ha relevado la importancia de la guía “Combatir la Desigualdad: Una agenda para la acción empresarial” elaborada por la Comisión Empresarial para la Lucha contra la Desigualdad (BCTI), impulsada por el World Business Council for Sustainable Development, cuyo capítulo chileno es Acción Empresas.
“El BCTI hace un llamado urgente a reconocer que la desigualdad es hoy día un riesgo sistémico que está amenazando a sociedades y economías en su conjunto y está socavando la confianza en nuestros sistemas políticos y económicos y limitando el crecimiento económico. Subraya asimismo que para que las empresas contribuyan con todo su potencial a abordar la desigualdad es preciso salirse de las ideas y prioridades existentes, así como asegurar que no se crea una brecha entre lo que se dice y lo que se hace. La guía del BCTI es un punto de partida para pasar a la acción empresarial con un cambio de mentalidad estratégica”, comenta la socióloga.
La influencia de Lara se extiende al sector privado, gracias al rol que desempeñó en la Alianza Empresarial para el Desarrollo, organización símil a Acción Empresas en Costa Rica.
Consultada por el rol de las empresas en el desafío por disminuir la desigualdad, Silvia Lara advierte que “un primer paso es reconocer ese riesgo sistémico, lo cual supone un cambio de mentalidad estratégica” y, a partir de ello, propone considerar tres aspectos claros: a) recompensar la verdadera creación de valor en lugar de la extracción de valor. B) visualizarse como parte de un sistema más amplio y concebir su resiliencia empresarial no solo como una cuestión de robustez propia, sino como una cuestión de resiliencia colectiva y c) Pasar de la acción empresarial individual y aislada a la acción empresarial colectiva y a las colaboraciones creativas como la ruta para impulsar verdaderas transformaciones a escala.