En tanto, en sus plantas de cemento el plan considera la reducción en un 40% el uso de aguas frescas.

En el marco del Día Mundial del Agua, Polpaico BSA dio cuenta de los avances de su estrategia de sostenibilidad 2025 en materia de eficiencia hídrica. En este ámbito, la compañía busca lograr a 2025 la recirculación del 100% de las aguas residuales en las plantas de hormigón, donde ya han alcanzado un 56% de avance desde que comenzaron con un plan de acción.

Por otro lado, en las plantas de cemento se busca reducir el consumo de agua fresca. Cabe resaltar que en la Planta de Cerro Blanco, donde se consume más agua, se propuso una meta de reducción del 20% en el consumo de agua fresca en 2018. El año 2021 ya se había superado esa meta, por lo que se reformuló que para el 2025, se debía aumentar la reducción a un 40%. Las reducciones se deben, en su mayoría, a reparación de fugas, cambio de bombas, mantenimiento de piscinas, estabilización operación tranque de relaves, entre otras.

“En Polpaico BSA buscamos ser protagonistas de un futuro sostenible, y por eso nuestra hoja de ruta contiene múltiples desafíos para cumplir con nuestro propósito de hacer la vida mucho mejor para todos”.

 

Javier Moreno, gerente general de Polpaico.

Además, agregó que la estrategia de sostenibilidad de la compañía cuenta con metas concretas para el año 2025 “que buscan disminuir los impactos negativos y agregar valor a los diferentes grupos de interés con los que nos relacionamos, con miras a elevar los estándares de la industria. Esto con el fin de ser un actor relevante en la construcción del país, velando por el bienestar del negocio, las personas, las comunidades y el medio ambiente”.

Finalmente, en las plantas de áridos se han realizado distintas acciones para reducir su consumo de agua promedio. Se espera que para el 2025 este no supere los 0,4 metros cúbicos. En las distintas acciones destaca la verificación de los circuitos y propuesta de monitoreo para el 100% de los caudales utilizados, el establecimiento de métricas y condiciones para definir el gasto según la producción y la implementación de un sistema de medición y monitoreo de consumos, entre otros.