A más de un año del comienzo de la pandemia realizamos el webinar “Los desafíos actuales y futuros de la Ley de Teletrabajo”, instancia en la que expuso Claudia Wiegand, directora del Área Jurídica de la Fundación ChileMujeres quien presentó el Manual de “Teletrabajo: Marco Jurídico y Buenas Prácticas”. Además, se realizó un panel de conversación en el que participó Mylene Iribarne, Gerenta de Personas de Empresas Lipigas; Fernando Arab, Subsecretario del Ministerio del Trabajo y Previsión Social y Janet Spröhnle, Directora Ejecutiva de People & Partners.
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Sin duda, la crisis sanitaria aceleró la implementación del teletrabajo en Chile y el mundo. No ha sido un proceso fácil, pues de manera intuitiva, rápida e improvisada, empresas, organizaciones, estados y colegios, han tenido que sumarse a este modelo sobre la marcha.
A más de un año del comienzo de la pandemia realizamos el webinar “Los desafíos actuales y futuros de la Ley de Teletrabajo”, organizado por nuestra jefa de proyectos Natalie Trajtman, instancia en la que expuso Claudia Wiegand, directora del Área Jurídica de la Fundación ChileMujeres. Además, se realizó un panel de conversación en el que participó Mylene Iribarne, Gerenta de Personas de Empresas Lipigas; Fernando Arab, Subsecretario del Ministerio del Trabajo y Previsión Social y Janet Spröhnle, Directora Ejecutiva de People & Partners.
“Para nuestra red de empresas, es esencial ubicar a las personas al centro de todas las decisiones, por eso es más necesario que nunca, abordar estos temas y juntos ir construyendo lineamientos comunes entre empresas y colaboradores“, señaló Marcela Bravo, Gerenta General de ACCIÓN Empresas, quien condujo el espacio.
Claudia Wiegand partió la sesión entregando los detalles del Manual de “Teletrabajo: Marco Jurídico y Buenas Prácticas”, realizado por ChileMujeres, que entrega certezas y precisiones jurídicas a las y los trabajadores y a las organizaciones, juntando en un solo cuerpo la nueva Ley de Teletrabajo. Contiene 8 capítulos con reglamentos, dictámenes, definiciones de los límites entre teletrabajo y la vida privada, el derecho a la desconexión y los deberes de los trabajadores, entre otros.
“Para que exista una buena cultura del trabajo es necesario que se den espacios libres de acoso y en esto el teletrabajo no es la excepción. En ese sentido es muy importante que las empresas respeten las jornadas laborales, la desconexión y los descansos porque uno de los principales problemas es que quienes trabajan en esta modalidad señalan que no se les respeta este derecho”, dijo Wiegand.
“Para nuestra red de empresas, es esencial ubicar a las personas al centro de todas las decisiones, por eso es más necesario que nunca, abordar estos temas y juntos ir construyendo lineamientos comunes entre empresas y colaboradores”.
Marcela Bravo, Gerenta General de ACCIÓN Empresas.
Janet Spröhnle se refirió a la democratización del trabajo provocado por el teletrabajo y explicó que esta modalidad fue una prueba violenta, que le permitió a las personas reconectarse con su vida. También afirmó que le gustaría que la presencialidad en la empresa se dé de manera voluntaria y que confía en la “humanidad digital” pues, como consultora, descubrieron que a través de una pantalla se logra una mayor cercanía. No desconoció que hay prácticas que se deben mejorar y que las personas deben hacerse cargo de que el teletrabajo exige una autorregulación y una autorresponsabilidad.
Fernando Arab, por su parte, mencionó que el teletrabajo derribó el mito de que las personas son menos productivas trabajando desde sus casas. “Post pandemia lo que va a predominar es la posibilidad que tienen las personas de pactar la mezcla de teletrabajo con trabajo presencial. Por ejemplo, teletrabajar todas las tardes y presencialmente en las mañanas o trabajar lunes, martes y miércoles en la empresa y teletrabajar jueves y viernes o la mezcla que se quiera. Estas mezclas pueden ser todos los días, no es necesario que sean semanales, aquí la ley es bastante flexible”, añadió.
Por último, Mylene Iribarne, indicó que hoy se deben derribar paradigmas, por ejemplo, que los ritos se perderán con el teletrabajo. “Estamos aprendiendo que tenemos que buscar nuevas herramientas, que no solo son presenciales, para poder mantener nuestra cultura organizacional, la integración, mantener vivo el propósito, mantenernos comunicados, sentirnos pertenecientes a algo común. Creo que de alguna manera estamos innovando en muchos aspectos, pero efectivamente los grandes desafíos son culturales”.
