Personas y Trabajo
9 de noviembre de 2021
Apoyo laboral a los más vulnerables | Felipe León Papic

Adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres jefas de hogar, jóvenes con menos opciones de capacitación y migrantes, han sido golpeados por la crisis del empleo que dejó la pandemia.

En los peores momentos de crisis socio-sanitaria, la participación laboral de los hombres cayó de 74% a 69%, mientras que, en las mujeres, lo hizo de 54% a 46%. Por ejemplo, en el caso de participación laboral de las mujeres en la región, la pandemia del COVID-19, generó un retroceso de más de una década.

Retroceso que estoy seguro podemos detener desde la colaboración público – privada, colaboración entre Estado, sociedad civil y empresas es clave para avanzar en el fortalecimiento del mundo del trabajo y activar laboralmente a esos grupos más vulnerables.

En Chile, el Estado, a través del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) ofrece un conjunto de oportunidades con incentivo tributario para financiar la capacitación de personas que no se encuentren vinculadas a la empresa ¿Por qué, si están los recursos, las capacidades técnicas de las organizaciones y las personas con necesidad de capacitación, ¿no existe mayor colaboración?

Esto se puede lograr utilizando de buena manera los recursos que ya que existen y están disponibles. Según datos obtenidos a través de Trasparencia, hay aproximadamente 110.418 millones de pesos, por concepto de excedentes de capacitación del año 2020 que pasaron a 2021. De esta cifra, el 30% no es utilizado por las empresas y al tercer año, pasan a becas laborales. Esto quiere decir, que vuelven a SENCE para ser licitados recursos que podrían usados a través del precontrato para crear cursos a la medida y acorde con las necesidades de las comunidades, generando un mayor impacto y focalización en los grupos vulnerables.

Hace un tiempo, estoy colaborando con un grupo de fundaciones que están apostando por esa colaboración. Que están pensado que, trabajar en conjunto, es más valiosos que competir por los escasos recursos. Hoy, son 10 fundaciones que comparten experiencias y vivencias con el objetivo de enfrentar la crisis del empleo que ha generado la pandemia.

Esta alianza que lleva como nombre “Empresas y Fundaciones en Cursos”, y que está conformada por Infocap, CDI Chile, Fundación Tacal, Fundación Arando Esperanza, Fundación Unes Chile, Good Neighbors Chile, Fundación Cristo Vive – Formación Laboral, Corporación Dolores Sopeña, Fundación de Capacitación para el Buen Trabajo y Fundación Cerro Navia Joven, es un gran ejemplo de que juntos somos más que solos. Las soluciones de hoy son colectivas.