Cambio Climático
10 de mayo de 2022
Calentamiento global: ¿Cuál es el plan? | Miguel Ángel Pinto

Ipsos midió en 30 países las preocupaciones asociadas a distintos problemas medioambientales. Los resultados confirmaron una tendencia que veníamos viendo desde hace varios años, y es que Chile está entre los países con mayor preocupación por los efectos actuales del cambio climático (segundo, solo después de Sudáfrica).

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El diagnóstico es bastante claro. Somos un país sensible al cambio climático, tenemos larga historia de desastres naturales y vivimos en medio de una larga sequía que nos está trayendo problemas tangibles. Todo esto, en conjunto, genera una mayor sensación de vulnerabilidad por lo que la crisis nos preocupa incluso más que a otros países donde el nivel de emisiones es mucho mayor que el nuestro. El escepticismo es casi nulo en nuestra población.

La encuesta no solo revela la preocupación, sino que también un desconocimiento de cuál es el plan que tenemos como país y cómo nos involucramos como ciudadanos en la tarea de frenar el calentamiento global. Sólo un 40% de chilenos y chilenas piensa que el gobierno tiene un plan claro para enfrentar el desafío.

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Si bien existen esfuerzos concretos y estamos avanzando desde el Estado y el sector privado (más lento de lo que muchos quisiéramos), se echa de menos una campaña de comunicación masiva y potente que involucre a la ciudadanía. Ahí el desafío es enorme porque lo que se requiere es un cambio cultural y de hábitos muy arraigados en nuestra sociedad.

La necesidad de una población involucrada activamente requiere de una inversión seria y acorde con la urgencia del problema.

Por otro lado, la dificultad de comunicar en un contexto dominado por las redes sociales implica un esfuerzo multimedial con mensajes dirigidos a distintos públicos y en distintas plataformas, donde los medios de comunicación tradicionales también participen activamente.

Es ahora cuando esto debe suceder.

Se necesita comunicar cuál es el plan, cuáles son los plazos y los objetivos con claridad, pero por sobre todo educar y concientizar sobre cuáles son los aportes concretos que como ciudadanos y consumidores debemos hacer para colaborar en una tarea en la que ya llevamos años de retraso.