Personas y Trabajo
8 de noviembre de 2021
De buenas pagadoras, a buenas deudoras | Yolanda Pizarro

El Informe de Género en el Sistema Financiero 2021, reveló sostenidos avances en el cierre de brechas asociadas al uso de servicios financieros, según la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

Desde mi expertiz y conocimiento podría estar más que satisfecha con algunas cifras auspiciosas, por ejemplo:

– La relación entre mujeres deudoras bancarias versus hombres, pasó de 56% en 2002 a 103% en 2020. Es decir, por cada 100 hombres que tienen un crédito bancario, 103 mujeres poseen el mismo producto.

Las mujeres presentan demanda más activa que los hombres en productos de ahorro para la vivienda. Osea, las mujeres estamos buscando cómo ahorrar para obtener la casa propia.

Pero haciendo doble click en estos resultados y cruzándolos con el Global Gender Gap  Report del WEF -World Economic Forum- me doy cuenta que, a raíz de la pandemia y sus efectos económicos y sociales, hemos retrocedido significativamnete, y además, en una de las cuatro dimensiones más relevantes: participación y oportunidades económicas.

Muchas mujeres perdieron su fuente laboral, sobre todo las que se desempeñaban en sectores como comercio, alimentación y limpieza, todos rubros con alta participación femenina y que fueron los pirmeros en ser glopeadas en pandemia.

Las mujeres retornamos a labores domésticas no remuneradas, de cuidado de terceros y personas dependientes y ello, sumado al cierre de salas cunas, jardines y colegios, afectó nuestra autonomía económica, pieza clave ante situaciones de violencia de género y por extensión en el cumplimiento de los compromisos con el sistema bancario.

¿Qué hacemos con esta realidad? Es urgente seguir avanzando en acortar brechas que tienen un componente de sesgo al momento de su otorgación: los préstamos a mujeres, están condicionados en montos y condiciones; créditos de consumo e hipotecarios son menores para las mujeres, no obstante haber demostrado, a través de datos recogidos desde 2000 por la entonces SBIF,  que somos mejores pagadoras que los hombres.

Entonces, culturalmente tenemos mucho camino que avanzar en Chile .