Economía Circular
17 de mayo de 2021

El camino correcto / Paola Calorio

La conmemoración de este nuevo Día Mundial del Reciclaje nos encuentra en un momento distinto e importante.

Distinto, porque en más de un año de emergencia sanitaria hemos re aprendido muchos de nuestros hábitos y, afortunadamente, varios de ellos relacionados con el medioambiente, el reciclaje y la gestión de residuos. Pasar más tiempo en casa nos ha relevado la importancia de hacernos cargo de nuestros propios residuos y muchas familias empezaron a implementar separación de materiales e, incluso, conocieron al reciclador de su sector y valoraron su labor como nunca antes.

Pero también es un momento importante, porque estamos ad-portas de la implementación de leyes trascendentes en materia de reciclaje en nuestro país. Específicamente, la normativa de Envases y Embalajes de la Ley REP, significa que empresas como Coca-Cola deban poner en marcha un sistema que permita la recolección y valorización de los empaques que comercializa.

Esto supone un desafío circular. Es decir que, tanto las industrias como los ciudadanos y las autoridades, debemos trabajar coordinadamente para conseguir los mejores resultados. En Coca-Cola decidimos enfrentar este desafío y los nuevos retos que este nos presenta de forma colaborativa, involucrando a todos los actores de nuestra cadena de valor y también a nuestros consumidores.

Y en el camino recorrido hemos ido buscando y encontrando soluciones que pudiesen ser un aporte. A nivel global, pese a las enormes dificultades que ha supuesto la pandemia, hemos concretado programas que nos ayuden a avanzar en nuestro compromiso por Un Mundo sin Residuos, la iniciativa que fija como meta, al año 2030, recuperar y reciclar el ciento por ciento de los envases que ponemos en el mercado. En Chile, por ejemplo, esos avances se reflejan en algunas acciones concretas, como el trabajo en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente, la colaboración en el impulso de la plataforma Recicla en Casa que promueve la relación directa de los recicladores de base con los vecinos y los retiros domiciliarios en pandemia. También modificamos el icónico envase verde de nuestra marca Sprite por uno transparente, más fácil de reciclar, y seguimos profundizando en educación medioambiental, a través de una alianza con el colectivo Tremendas para crear la Academia Climáticas, donde ya estamos trabajando en conjunto con más de 600 niñas y jóvenes de toda Latinoamérica.

Sabemos que queda muchísimo por hacer. Es más, estamos seguros de que esta será una labor continua, que iremos aprendiendo en el camino y que seguramente nos caeremos muchas veces. Pero tenemos las ganas y la convicción de que no hay otra forma de hacer las cosas y, por lo mismo, hemos involucrado a toda nuestra cadena de valor en este desafío: nuestros socios embotelladores Coca-Cola Andina y Coca-Cola Embonor, los más de 120 mil socios almaceneros y los recicladores de base, que hoy son un eslabón vital en el circulo virtuoso que nos permitirá hacernos cargo de cada uno de los envases que pongamos en el mercado.

Pero quiero detenerme en las personas. En los millones de ciudadanos sin los cuales nada de esto sería posible. Sólo si cada uno de nosotros tiene conciencia, separa, recicla y reutiliza, esta titánica tarea puede llegar a destino. Estamos muy contentos del rápido avance que hemos tenido en este sentido: cada día más familias repletan los puntos limpios, más recicladores realizan recolección domiciliaria, y más hogares reconocen y eligen materiales reciclables y eligen envases retornables.

Esa es la invitación en este Día del Reciclaje. Sigamos trabajando juntos, queda mucho por hacer y aprender, pero ya tenemos lo más importante: la motivación y la convicción de que este es el camino correcto.