Economía Circular
31 de enero de 2019

El efecto multiplicador de los residuos

En estos últimos años, la opinión pública ha visto un intenso despliegue de una agenda en torno al cambio climático. Hemos visto, con entusiasmo, el anuncio de Chile como sede de la próxima COP25, la realización de la Formula E, el cambio de rumbo que ha tenido nuestra matriz energética y la publicación del Tercer informe bienal de actualización de Chile sobre Cambio Climático. Los tres primeros hechos son, indudablemente, muy relevantes para poder incorporar en la cotidianidad de las personas el desafío que significa el Cambio Climático y las posibles medidas que nos pueden permitir abordarlo, como la electromovilidad.

Como se puede ver, el Cambio Climático tiende a ser asociado, a nivel de opinión pública, como un problema que se inicia y termina en la forma en la que generamos energía y nos movilizamos, lo cual es entendible, si consideramos que el consumo de combustibles fósiles para transporte, generación de energía y procesos productivos es el responsable del 78% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Chile. Sin embargo, el informe mencionado anteriormente, nos puede proveer un panorama mas general sobre el desafío para nuestro país, el que lamentablemente no ha tenido toda la publicidad que merece. Uno de los puntos interesantes que revela este informe es que los residuos son responsables del 5,2% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que se explica en un 74,2% por la disposición de residuos sólidos.

La gestión de residuos es clave en poder desacoplar el crecimiento económico del consumo de recursos naturales no renovables, en mantener nuestros océanos en condiciones adecuadas para la valiosa biodiversidad del Planeta e indirectamente, en disminuir la presión por aumentar los territorios productos, responsable de hacer retroceder año a año el patrimonio natural.  Además de todo esto, ahora vemos como la forma en la que concebimos la “basura” tiene un impacto en el principal desafío de la humanidad en el siglo 21, el Cambio Climático. Si consideramos además las emisiones indirectas del sector residuos, como el transporte, su relevancia se puede considerar aún mayor.

Como se puede ver, la gestión de nuestros desechos tiene una particularidad que lo hace envidiable para construir el anhelado desarrollo sostenible, su efecto multiplicador. La valorización de los residuos tiene impactos en distintas dimensiones y lugares a la vez, de corto, mediano y largo plazo, que ningún otro sector tiene.

Al parecer, todos los caminos hacia el desarrollo sostenible tienen como parada obligatoria los residuos.