Personas y Trabajo
24 de agosto de 2022
Experiencias felices y el bienestar del usuario | Soledad Matos

Hace un buen tiempo que la interacción de las empresas con las personas va más allá de una mera negociación; no solo es importante que compren sus productos, sino también contribuir con su bienestar y hacerlas sentir identificadas con los lineamientos de la compañía.

Una de las formas de lograr esta conexión con los usuarios es aplicar el humor a la hora de generar confianza, apelando así a entregarle una experiencia grata y feliz a cada individuo, lo que se puede traducir asimismo en un fortalecimiento de la relación con cada persona.

En muchas ocasiones, este recurso no ha sido considerado por las empresas debido al temor de que, al aplicarlo, el usuario deje de lado la relación con la compañía, considerándola poco seria o no siendo empático con la propuesta.

A pesar de estos prejuicios, el estudio “Happiness Report”, desarrollado por Oracle Advertising and Customer Experience (CX) y Gretchen Rubin, demuestra que las personas buscan nuevas experiencias que las hagan sonreír y reír, y recompensarán a las empresas que adopten el humor, con fidelización y defensa de marca, mientras que se distanciarán de las que no lo hagan.

En concreto, el reporte -que consultó a más de 12 mil personas en 14 países- señala que el 91% de las personas de América Latina cree que las marcas pueden hacer más para darles felicidad, dejando en claro la relevancia de este aspecto en la relación con cada compañía.

De hecho, según el mismo informe, uno de los factores que influyó en este pensamiento fueron los dos primeros años de la pandemia, en los que el mundo vivió tal nivel de incertidumbre y encierro, que la “felicidad” se convirtió en una prioridad y las personas ahora buscan en sus interacciones experiencias más empáticas, con significado, y no solo la frialdad de una negociación.

El “Happiness Report” acredita también que un número importante de empresas reconoce que es clave hacer reír a sus audiencias a la hora de consolidar una relación verdadera y duradera con las personas, y que para tener éxito en este proceso deben poner los datos en el centro de su estrategia, información que a la larga les permitirá conocer las tendencias de sus clientes y el tipo de cosas que pueden marcar la diferencia entre una experiencia especial o una convencional.

Por esto, es fundamental que las compañías, conforme vayan conociendo más a su público, sean capaces de generar interacciones diferenciadoras y de comunicar correctamente sus valores, en materia de sustentabilidad, inclusión, democratización, entre otras, con una mirada alegre y positiva, entendiendo que este nuevo enfoque, más personal, pesa a la hora de crear conexión con la gente y con las nuevas generaciones, así como los millennials y la generación Z.