Quienes tenemos la posibilidad de trabajar en el mundo tech, sabemos que la tecnología puede contribuir significativamente en la vida de las personas generando grandes oportunidades de desarrollo. Pero también, estamos conscientes de que no todos pueden subirse a este carro a la misma velocidad, si no se toman medidas, las brechas sociales que puede producir la tecnología, son enormes.
Ya lo vemos en el ámbito laboral, a diario el mundo empresarial requiere más y nuevos profesionales para esta industria creciente: desarrolladores de software, directores de transformación digital, expertos en ciencia de datos, entre tantos otros, son nuevos perfiles que surgen a diario producto de la evolución de la inteligencia artificial, el cloud y otros.
El reporte “Visión del Mercado Laboral TI 2020-2021” de la Universidad Católica de Chile, señala que 49% de los cargos de ejecutivos más requeridos hoy, destacan el Chief Information Officer con un 25%; Chief Technology Officer con un 20% y el Chief Data Officer con un 15%, todos cargos que requieren conocimientos específicos en tecnología. Por otra parte, en Chile, los profesionales de estas materias son unos de los expertos mejor remunerados del mercado tras terminar sus estudios universitarios, según indica el “Reporte de Salarios Randstad 2020-2021“, elaborado por Randstad Chile.
Sin embargo, y a pesar de esta clara demanda que va en aumento, existe un déficit importante de profesionales que hagan frente a los requerimientos del mercado, ya sea por las dificultades propias de nuestro país para acceder a educación formal o bien, por la desactualización de los programas educativos en los niveles técnicos.
Entonces me pregunto ¿cómo puede contribuir la empresa privada, que es la más necesitada de estos profesionales capacitados, traspasar conocimientos, generar oportunidades laborales y disminuir así las brechas de su propio mercado laboral?
Me alegra ver que la industria tech se haya sumado a este desafío generando iniciativas enfocadas en la formación de nuevos profesionales, pensando precisamente en lo que el mercado está demandando. Una de estas, es el programa Oracle Next Education (ONE), que desde 2020 funciona en Brasil y desde este año, en toda Latinoamérica con énfasis en educación sobre lógica de programación, front-end, Java y habilidades blandas. Un plan que busca capacitar en un año cerca de 40 mil personas que no pueden acceder a educación formal porque no cuentan con los recursos.
Este tipo de iniciativas son de inclusión social, y se han convertido en un puente para que las personas puedan seguir un camino alternativo en un sector que seguirá brindando nuevas oportunidades. Las empresas tenemos que sumarnos a las soluciones y contribuir a disminuir brechas cada vez que tengamos la posibilidad de intervenir con lo mejor que tenemos: el conocimiento práctico.
