Nuestros espacios laborales están compuestos por personas con distintos intereses e historias de vida. Es lo que llamamos diversidad y muchas organizaciones, nacionales y multinacionales, han aprendido que una de las maneras para innovar, crecer, diferenciarse y atraer el mejor talento, es a través de la incorporación de esa diversidad en sus equipos de trabajo.
Pero ¿Y si avanzamos un paso más en esta justa tendencia de abordar en los espacios laborales la diversidad, inclusión y equidad? Así como hemos adaptado políticas con perspectiva de género, existe una gran oportunidad para ajustar los servicios de seguros complementarios con el criterio de personalización de nuestros clientes internos y sus necesidades específicas.
Las personas según su edad, discapacidad física o mental, género, sexo, orientación sexual, identidad de género, información genética, estado civil o estado familiar tienen necesidades específicas con respecto a los servicios sanitarios.
Pongamos como ejemplo un colaborador con una enfermedad crónica y frecuente como la obesidad mórbida, que no tiene garantizado su tratamiento por FONASA o que solo tiene cobertura parcial en su Isapre, y cuya salud mental probablemente haya sido afectada por el bullying y los prejuicios sociales: ¿Qué pasaría si lo acompañamos con beneficios personalizados que le permitan restaurar su salud y mejorar su calidad de vida? Seguramente tendremos un colaborador que estará más comprometido con su empresa y más concentrado en su trabajo.
Igualmente, para el colectivo LGBTQ+ podemos revisar cuáles son los beneficios que les estamos otorgando relacionados a la fertilidad asistida para mujeres lesbianas, y cirugías de genitoplastia para las personas trans y atención de salud mental, muchas veces vulnerada por la continua discriminación, falta de soporte familiar y el aislamiento a la que se pueden enfrentar.
Consideremos también que en nuestras empresas conviven personas de diferentes generaciones que tienen necesidades de salud muy distintas propias su edad y el efecto del envejecimiento, podemos identificar oportunidades para prolongar la salud de nuestros colaboradores si tenemos todas estas variables identificadas.
Aliviar estas cargas y preocupaciones a nuestros colaboradores solo puede conllevar a beneficios de salud mental y física, compromiso con la compañía, aumento de productividad e innovación, en las siempre desafiantes soluciones de nuestros negocios. Tenemos una posibilidad única de lograr una perspectiva de equidad en los beneficios en salud que ofrecemos a nuestros colaboradores.
