Personas y Trabajo
11 de octubre de 2019
¿Un trabajador pierde tiempo en el baño? La privacidad en la economía de precisión

Hoy las empresas buscan integrar las nuevas tecnologías para obtener un nivel extraordinario de conocimiento y control sobre los comportamientos y el desempeño de sus empleados. Por ejemplo, pueden contar con un entrenador virtual de servicio al cliente que analiza el tono de voz del trabajador, y la cantidad de palabras que dice por minuto, para ayudarlo a comunicarse con más empatía con los clientes frustrados. Pueden disponer de una pulsera que rastrea los movimientos de la mano del colaborador, alertándole con vibraciones cuando está realizando una tarea de manera ineficiente. También pueden valerse de algoritmos que registran la expresión facial del trabajador para detectar cuándo se está quedando sin energía para desplegar un dron que entrega café.

Se espera que el incipiente mercado de “tecnología entrometida” sobrepase los US$3 mil millones en los próximos cuatro años. Esta visión del futuro fue caracterizada en el informe “Four Futures of Work” del think-tank británico RSA como la economía de precisión: un futuro lugar de trabajo con hipervigilancia y optimización algorítmica, en el que las organizaciones crean valor al medir e incentivar prácticamente todos los aspectos de la vida laboral. Y hay varios posibles beneficios, que incluyen eliminar el sesgo subjetivo de las decisiones de gestión, establecer y recompensar objetivos de rendimiento medibles, mejorar el bienestar mediante la detección de exceso de trabajo o prácticas inseguras, e incluso prevenir el fraude.

Sin embargo, también hay preocupaciones sobre las implicancias que este cambio puede tener para la privacidad, el bienestar y la autonomía de los trabajadores ¿Llegaremos al extremo de monitorear y establecer metas respecto al tiempo perdido en el baño?

El monitoreo por parte de los empleadores podría incumplir los requisitos cada vez más estrictos de protección de datos, como el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos de la UE). Y el extraordinario nivel de conocimiento y control que ofrecen estas herramientas conlleva un alto nivel de responsabilidad y nuevos desafíos para las empresas ¿Qué hace un empleador si el sistema le alertara que un empleado presenta altas probabilidades de dejar la empresa? ¿Cuáles son los usos y límites apropiados para un índice de salud del trabajador?

Las nuevas tecnologías están transformando el panorama laboral e introducen nuevos riesgos en el lugar de trabajo. Es esencial que los empleadores sean conscientes del equilibrio, y sepan aprovecharlos para aumentar la productividad sin pasar por alto la importancia de proteger la privacidad, el bienestar y la autonomía de los trabajadores.