En el webinar “Por qué debemos incorporar la sostenibilidad en la nueva Constitución” se abordaron los principios que debería asegurar esta carta magna para garantizar un futuro próspero. Participó Rodrigo Delaveau, abogado y docente en derecho constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Andrea Repetto, economista; Jeannette von Wolfersdorff, directora del Observatorio del Gasto Fiscal en Chile; Juan Carlos Reinao, alcalde de Renaico; y Pilar Moraga, abogada, Master en Derecho Internacional y Comunitario y Doctora en Derecho.

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En tiempos en los que se aproxima la redacción de una nueva Constitución, surge con fuerza la posibilidad de incorporar criterios del desarrollo sostenible como eje central de la carta magna.

Para conversar sobre este tema realizamos el webinar “Por qué debemos incorporar la sostenibilidad en la nueva Constitución”, encuentro en el que participó Rodrigo Delaveau, abogado y docente en derecho constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Andrea Repetto, economista; Jeannette von Wolfersdorff, directora del Observatorio del Gasto Fiscal en Chile; Juan Carlos Reinao, alcalde de Renaico; y Pilar Moraga, abogada, Master en Derecho Internacional y Comunitario y Doctora en Derecho.

Para comenzar, Marcela Bravo, gerenta general de ACCIÓN Empresas dio la bienvenida a los presentes, en una intervención en la que afirmó que “las empresas sí pueden ser agentes de cambio social”.

A continuación, Rodrigo Delaveau, enmarcó la conversación en un contexto histórico, poniendo énfasis en que la Constitución es un pacto político, un instrumento de protección de libertades y derechos fundamentales, una garantía de democracia y un mecanismo para limitar el poder.

Para conocer la visión de los panelistas, Marcela Bravo les preguntó ¿Qué principios de desarrollo sostenible debería tener la Constitución?

Al respecto, Andrea Repetto, aseguró que la nueva Constitución busca consagrar un Estado social, que permita avanzar en igual dignidad. Esto implica, abordar los distintos ámbitos en los que las personas son diversas, ya sea en género, orientación sexual, lugar de origen, etc. “Que tu procedencia, el territorio que habitas, tus ingresos, no sean un impedimento para que puedas aspirar a unos mínimos comunes”, indicó.

Por su parte, Jeannette von Wolfersdorff señaló que las empresas están llamadas a participar en el debate constitucional no solo de forma reflexiva, sino activa, y que debemos entender que nuestra economía tiene una serie de reformas pendientes que la lleven a ser una economía más competitiva, innovadora y justa. “Ahora mismo tenemos que impulsar reformas y es más urgente que antes, para que este debate constitucional se dé con menos polarización”, puntualizó.

Pilar Moraga mencionó que la Constitución ha definido nuestro modelo económico, que se ha desarrollado en base a la explotación de recursos naturales. Por eso un cambio constitucional debería definir cuál es el modelo que queremos para el futuro y cómo nos relacionaremos con nuestro entorno. “La cuestión ambiental en este nuevo pacto social debe ser transversal, abordando los derechos y deberes del Estado y de todos los actores de la sociedad, las acciones que protegerán esos derechos y la exigencia en el cumplimiento de estos derechos”.

Otro punto importante fue planteado por Juan Carlos Reinao, quien explicó que hay una frase que es esencial que se incorpore en la Constitución y que se refiere al “buen vivir”, Küme Mongen en mapudungun. “Con la mirada de nosotros como mapuche, podemos generar un aporte importante a la nueva Constitución porque dentro de nuestra cosmovisión está el desarrollo sostenible, el desarrollo sustentable y el cómo hacer las cosas con el respeto del entorno”.