Sostenibilidad
11 de agosto de 2021
La pandemia es una oportunidad para impulsar la transformación de los negocios / 7° reportaje El Mercurio

Este miércoles 11 de agosto apareció en el Cuerpo B Economía y Negocios del matutino nuestro reportaje llamado “Si el mundo ya cambió, los negocios también pueden hacerlo”, de nuestro especial “#Reactivaciónsostenible”.

En nuestra cuarta alianza editorial junto a El Mercurio llamada “Reactivación sostenible”, publicamos el séptimo artículo, que se titula “Si el mundo ya cambió, los negocios también pueden hacerlo”.

En cada edición, que aparecerá cada quince días, trataremos temáticas referentes a la reactivación sostenible. Además se darán a conocer casos de empresas en materia de desarrollo sostenible.

Te invitamos a conocer la séptima publicación: REVISA EL TEXTO ORIGINAL ACÁ

Si el mundo ya cambió, los negocios también pueden hacerlo

 

A pesar del enorme costo humano y económico, la pandemia también nos da la oportunidad de impulsar una transformación radical y a un ritmo totalmente diferente del que creíamos. Construir un modelo económico basado en la sostenibilidad, en el que las empresas sean aceleradoras, es posible.

El reciente informe “Cambio Climático 2021: Bases de Ciencia Física”, entregado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por su sigla en inglés), es lapidario. Señala que “es probable que el calentamiento global alcance 1,5 ° C, entre 2030 y 2052” y vuelve a confirmar que “la influencia humana es indudable, en los cambios provocados en la atmósfera, océanos y la tierra”.

Al 2050, seremos 9 mil millones de personas habitando la Tierra y para para vivir bien dentro de los límites planetarios, no solo es indispensable frenar el calentamiento global para que no pase más allá de los ya complejos 1,5 °C -los que sin duda ponen en problemas a los países más pobres y por ende con menos desarrollo en medidas de adaptación- sino que también ese “vivir bien” incluye que “los derechos y la dignidad de todos se respeten sin distinción, satisfaciendo necesidades básicas y en igualdad de oportunidades para todos y todas”. ¿Cómo lograrlo si en 2020, incluso el planeta que habitamos está en un punto de no retorno?

Los desafíos que enfrentamos como humanidad no acabaron con esta pandemia; al contrario, el Covid-19, los intensificó. Los riesgos globales que acechan al mundo se manifiestan en la emergencia climática, la naturaleza en estado de crisis y niveles de desigualdad y agitación social crecientes. Todos son quiebres globales, que ningún país, empresa o Estado, podrá resolverlos por si solo.

Pero a pesar del enorme costo humano y financiero, el Covid-19 también trajo consigo la oportunidad de impulsar y acelerar cambios a un ritmo totalmente diferente del que creíamos posible, abriendo una ventana que nos precipita a transformaciones profundas en todas las esferas, si es que las sabemos aprovechar.

Reconocer las vulnerabilidades de los sistemas que hemos creado, adoptar mentalidades radicalmente diferentes; implementar prácticas innovadoras y hacer inversiones audaces que cambien la trayectoria entre empresa y sociedad, es posible y también, rentable.

“Rediseñar el cómo veníamos construyendo y concibiendo el éxito empresarial y el desarrollo humanos, antes de la pandemia, es urgente para América Latina, la región más golpeada por el Covid, pero también es un ejercicio de sobrevivencia, porque la fragilidad sistémica evidenciada en 2020, nos mostró lo atrasados que estamos en materia de resiliencia y adaptación. Desarrollar esfuerzos extremos y globales entre empresas, gobiernos, economías y sociedades para prepararnos ante los otros conflictos globales que nos acechan, es imperativo”.

 

Marcela Bravo, gerenta general de Acción Empresas.

¿Por qué 2020 quebró los sistemas?

En cierto punto, una pandemia como la vivida, era predecible y, de hecho, se predijo. Aun así, el mundo entero fue tomado por sorpresa y la reacción de economías ricas frente a las emergentes, no tuvo mayores diferencias.

Todos los sistemas sociales y económicos demostraron que la dependencia total del crecimiento fue un factor clave que ha influyo en la respuesta de quienes deben formular políticas globales.

A pesar de los paquetes de rescate y estímulos, la mayoría de los países no ha logrado evitar la desaceleración económica. Miles de negocios han debido cerrar. Muchas personas han perdido sus trabajos e ingresos. Quedó en evidencia, que, sin una economía sana, la sociedad se atrofia y los gobiernos van perdiendo la autoridad y su capacidad de generar calidad de vida a sus ciudadanos. Estabilidad social y bienestar, dependen de un crecimiento económico constante, y eso es una fuente de vulnerabilidad.

Por otra parte, los altos niveles de desigualdad que el Covid ha resaltado, dejó al descubierto que estamos todos en la misma tormenta, pero no en el mismo barco y que la forma de hacerle frente a los problemas globales, está determinada por el lugar que ocupemos en el espectro de riqueza e ingresos.

Otra debilidad que emergió, fue que esa obsesión de los negocios por la eficiencia y los resultados a corto plazo, quedó en el siglo pasado.

Un sistema resiliente se caracteriza justamente por su capacidad de leer contextos más amplios, que estén fuera de sus mapas de riesgos cotidianos, y ahí el corto plazo es trampa segura.

“Una empresa del Siglo XXI ya no puede enfocarse en maximizar valor financiero a corto plazo, porque le quita fuerzas para lidiar con las crisis que el día a día no deja ver, pero que son capaces de destruirla el sistema de la misma manera que los hizo el Covid-19”.

 

Marcela Bravo, gerenta general de Acción Empresas.

En ese sentido, la propuesta del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), organización a la que ACCIÓN representa en Chile, resulta tan atractiva.

La Visión 2050, reeditada por la organización, asume que el sector privado se quebró porque no fue capaz de mirar más allá del cierre mensual, pero también advierte que los negocios aún están a tiempo de modificar su rumbo.

“Las empresas pueden liderar el proceso de transformación del mundo, porque su ADN es la adaptación. Si los negocios se enfocan en hacer lo que mejor saben hacer, que es crear y comercializar soluciones que necesitamos, involucrando a gobiernos, inversionistas y sociedad, puede cambiar el tránsito para siempre”, concluye el documento que se puede revisar en www.accionempresas.cl

XXI Encuentro de Desarrollo Sostenible

Hace 21 años, ACCIÓN Empresas realiza el Encuentro de Sostenibilidad más importante de Chile, tanto por su alcance como por su apuesta de poner en agenda los nuevos modelos de desarrollo social, ambiental y económico que deberían dirigir el país. Este año, y a la luz del relanzamiento de la Visión 2050, abordará la transformación sistémica y las oportunidades detrás de esta.

La invitación es a asumir que, si 2020 cambió para siempre las reglas del juego, entonces tenemos la posibilidad de crear un nuevo modelo en el que las personas, el planeta y el bienestar de todos estén al centro. Aseguran que “construir un nuevo juego es posible, porque detrás de un quiebre siempre hay una oportunidad”, inscríbete gratis en www.creerparacrear.cl