En entrevista con Acción, el Senior Market Leader Iberoamérica Value Reporting Foundation y expositor del segundo encuentro del ciclo de conversaciones sobre la importancia de los criterios ASG que Acción Empresas y el Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School están desarrollando, relevó la sintonía de la norma dictada por la CMF y los estándares internacionales que esta organización impulsa de la mano del ISBB y destacó la posición de Chile en materia de reporting.

Los impactos de la pandemia, los riesgos asociados al cambio climático y la creciente desigualdad que recorre el mundo, han intensificado el valor que inversionistas, sociedades y mercados le otorgan a la sostenibilidad empresarial.

Hoy los mercados de capital exigen datos transparentes, informados y basados ​​en evidencias que le permitan visualizar el futuro de un negocio, y la mejor herramienta es lo que las mismas empresas informan.

Así fue como en el marco de la COP26, inversores globales pidieron simplificación y claridad en este complejo panorama y en respuesta, el Consejo Internacional de Informes Integrados (IIRC) y la Junta de Normas de Contabilidad de Sostenibilidad (SASB) anunciaron la fusión con Value Reporting Foundation, con la finalidad de normar este trabajo en estándares globales.

En Chile, a fines de 2021, la CMF dictaba la Norma General (NCG) N°461 marcando un punto de inflexión profundo para las empresas nacionales, pues lo que era considerado una buena práctica se transformó en obligatoriedad para las empresas financieras, las que desde este año están mandatadas a incluir en sus memorias anuales, datos sobre sus acciones en materia ambiental, social y de gobernanza en base a los lineamientos globales.

Dada la importancia y al cambio de paradigma para los directorios nacionales, Acción Empresas y el Centro de Gobierno Corporativo del ESE, se unieron para desarrollar un ciclo de conversaciones dirigido exclusivamente a líderes empresariales en lo que se analizan las distintas implicancias y las transformaciones necesarias que las empresas deberán realizar para cumplir la nueva normativa.

Este 2 de junio, Arturo Rodríguez, especialista en el análisis de prácticas de divulgación de sostenibilidad a nivel mundial y mapeo de los estándares SASB en bases de datos de terceros, expondrá sobre el trabajo realizado hasta el momento y, en conversación exclusiva con Acción se refirió a algunos aspectos de estas nuevas exigencias y la posición que ocupa Chile en materia de reporting.

¿Qué exigen hoy los inversionistas?  ¿Por qué?

En las últimas décadas ha cambiado la forma en la que se entiende el proceso de generación de valor empresarial. Mientras que en décadas anteriores la creación de valor se entendía como un proceso donde la empresa operaba de manera independiente a la sociedad y al medio ambiente, hoy el paradigma es que la empresa opera conforme a los límites que le otorga la sociedad y la sociedad opera conforme a los límites planetarios. Por ello, el inversionista demanda información que, por un lado, le permita conocer, evaluar y cuantificar los riesgos y oportunidades ASG a los que las empresas se enfrentan al poner en marcha sus modelos de negocios y, además -dependiendo de las intenciones del inversor- los impactos que este modelo de negocios tiene sobre la sociedad y el medio ambiente.

¿Por qué es importante y estratégico que las empresas reporten los aspectos ESG?

Permite a los inversores tener una visión holística de todos los factores que ayudan a entender como una organización genera, preserva o erosiona valor al poner en marcha sus operaciones.
Sin embargo, es importante notar que el ejercicio de reportar información ASG no debería ser el inicio de una conversación sobre sostenibilidad. Por el contrario, la divulgación de información ASG debería ser uno de los últimos pasos a tomar.

Primero, y más importante, es entender para qué y por qué se está haciendo el ejercicio de divulgación. Reportar por reportar no es, o no debería ser el fin. El verdadero valor se encuentra cuando las organizaciones analizan su razón de ser e integran la sostenibilidad en su ADN. Al empezar el proceso con esta introspección empresarial, las empresas pueden identificar cuáles son los riesgos y oportunidades a los que se enfrentan para poder gestionarlos eficaz y efectivamente. Asimismo, este ejercicio permite la identificación y gestión de los impactos -tanto positivos como negativos- que las organizaciones tienen sobre sus grupos de interés. Al aplicar estos conceptos de pensamiento integrado, las organizaciones pueden estar mejor preparadas para enfrentar su entorno externo y modificarlo de tal manera que tome en cuenta los intereses de todos sus grupos. Sí se sigue este orden, la divulgación ASG es sólo la consecución lógica de este proceso.

En cuanto a la incorporación de criterios ESG, ¿Cómo está Chile respecto a otros países?

Chile es un país que tiene un avance importante en temas de divulgación sobre sostenibilidad. La Norma 461 de la Comisión del Mercado Financiero (CMF) es un claro ejemplo de esto. Esta norma pide a las empresas reportar información sobre sostenibilidad usando los conceptos y principios del TCFD y los indicadores industriales de los Estándares SASB.

 Es importante hacer notar que la Norma 461 fue promulgada inclusive antes de que la Fundación IFRS anunciara, durante la COP26, la creación del Consejo de Normas Internacionales sobre Sostenibilidad (ISSB, en inglés) que también toma las recomendaciones del TCFD y los Estándares SASB como marcos y estándares de referencia. Creo que las acciones de la CMF están alineadas con la dirección que está tomando la divulgación ASG a nivel global. Las empresas chilenas, a raíz de sus obligaciones con la CMF, estarán mejor preparadas para responder a las Normas del ISSB.