Finanzas Sostenibles
5 de junio de 2025

Inversiones sostenibles: cómo tu dinero puede construir un Chile más verde

¿Cómo se construye el futuro que imaginamos? Detrás de cada parque eólico, vehículo eléctrico o avance en tecnología verde, hay decisiones que movilizan recursos y permiten que la innovación ocurra. Y ahí entran las inversiones sostenibles.

Lejos de ser un terreno exclusivo de grandes fondos, hoy existen herramientas concretas para canalizar el ahorro personal hacia iniciativas con impacto. Invertir sosteniblemente significa apostar por proyectos que generan rentabilidad financiera, pero también un beneficio ambiental y social real.

En Chile, este cambio ya está en marcha. En 2024, según el informe del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), más de un tercio de la energía generada provino de fuentes renovables no convencionales como la solar y la eólica. También avanzan iniciativas como el megaproyecto de hidrógeno verde en Magallanes o nuevas tecnologías para una minería de cobre y litio más limpia y eficiente, que reflejan el potencial de una economía baja en carbono con alto valor agregado.

¿Y cómo participar desde tu propia inversión?

Hoy, invertir con enfoque sostenible ya no es exclusivo de grandes fondos o inversionistas institucionales. Existen cada vez más instrumentos accesibles para quienes buscan alinear sus decisiones financieras con un propósito. Fondos mutuos, bonos verdes o portafolios accionarios con criterios ESG permiten canalizar el ahorro personal hacia proyectos que generan impacto ambiental y social, sin renunciar a la rentabilidad.

En Bci, somos parte de esta transformación, acercando los criterios de buenas prácticas a las inversiones. Desde nuestra Corredora de Bolsa, diseñamos un portafolio accionario ESG compuesto por compañías que cumplen con criterios técnicos exigentes y calificaciones MSCI entre BBB y AAA, seleccionadas por su solidez, valorización atractiva y gestión sostenible. A su vez, desde Bci Asset Management, impulsamos fondos mutuos que invierten en fondos clasificados como Artículo 9 bajo la regulación europea, que han tenido un crecimiento sostenido tanto en número de aportantes como en rentabilidad.

Aun así, hay desafíos importantes que debemos abordar como sistema si queremos que las inversiones sostenibles avancen con mayor profundidad. Uno de ellos tiene que ver con los incentivos. Un estudio reciente del Centro de Finanzas Sostenibles de la Universidad de Cambridge advierte que el sistema financiero actual no estimula suficientemente la incorporación de criterios sostenibles en la toma de decisiones de inversión. Esto plantea la necesidad de evolucionar hacia un modelo que premie el largo plazo, la resiliencia y la creación de valor con propósito.

Otro desafío tiene que ver con la calidad y trazabilidad de la información. Según un estudio de Forvis Mazars, el 90% de las empresas chilenas no reporta sus indicadores ambientales, sociales y de gobernanza, y más del 60% de las compañías IPSA que lo hacen, no los audita. Esto representa una oportunidad para avanzar hacia datos más robustos, comparables y verificados, que realmente permitan orientar las decisiones de inversión hacia empresas más sostenibles, y no solo bien intencionadas.

En Bci, creemos que construir confianza es esencial para movilizar capital hacia una economía más sostenible. Por eso, aplicamos estándares internacionales y evaluaciones rigurosas que aseguren la trazabilidad y transparencia de nuestras inversiones. Apostar por la sostenibilidad no solo implica buscar rentabilidad, sino también contribuir activamente a un desarrollo más limpio, inclusivo y resiliente. Cada decisión financiera, por pequeña que sea, puede impulsar el futuro que queremos construir. Porque el futuro verde también se financia desde hoy.