Sostenibilidad
24 de julio de 2023
El tiempo de la regeneración ha llegado | Pablo Villoch

“No hay nada en el mundo más poderoso que una idea cuyo tiempo ha llegado” (Víctor Hugo)

Dice la sabiduría popular que una golondrina no hace verano. Pues bien, en esta columna me he propuesto recopilar un conjunto de golondrinas de los últimos cinco años, que vistas en su conjunto pueden dar señales de que el movimiento de la regeneración está adquiriendo un momentum significativo en Chile.

En marzo del 2019, Academia B organizó un seminario sobre Empresas Regenerativas en la Universidad del Desarrollo. En abril del mismo año, un suplemento del diario La Segunda elegía como título “Economía Regenerativa: Más allá de la sustentabilidad”. Durante aquel año la CORFO financió en Biobío el programa de Incubación de Emprendimientos Regenerativos IncubaR, que continuó durante la pandemia en sucesivas ediciones en formato virtual, llegando a 130 emprendimientos. En diciembre de 2019 tuvo lugar la Asamblea global de Regeneration International en Santiago

En mayo de 2020, se publicó el libro “Historias de Regeneración: Una nueva frontera para el emprendimiento sustentable”. En junio del 2020 la OTIC de la SOFOFA convocó al webinar “Hacia una Economía Regenerativa”, concepto acuñado por John Fullerton en 2015.

En octubre de 2022 se publicó el informe “Hacia un Chile Regenerativo” primer esfuerzo para recapitular el estado del arte en español, que incluye un sólido marco conceptual y una caracterización de cómo se expresa su enfoque en distintos sectores. En abril de este año, la visita de la delegación internacional de los impulsores de Costa Rica Regenerativa y de Colombia Regenerativa, invitados por Chile Regenerativo activó varias conversaciones con el sector público, privado, civil y académico en torno a la temática en tres regiones.

El pasado junio el anteproyecto de Constitución redactado por la Comisión Experta incluyó el concepto de regeneración en el artículo 202: “Las personas, las comunidades y el Estado deben proteger el medio ambiente. Este deber comprende la conservación, preservación, restauración y regeneración de las funciones y equilibrios de la naturaleza y su biodiversidad, según corresponda, de conformidad a la ley”.

Desde el mundo académico, CoLab UC, el Laboratorio de Innovación social de la Universidad Católica ha decidido enfocarse en innovación para la regeneración. La Universidad Adolfo Ibáñez, por su parte, impartirá el curso sobre Proyectos sostenibles y regenerativos en tiempos complejos e inciertos, dirigido por Francia Mazzo. Durante el primer semestre inició la primera versión del curso en línea sobre Regeneración Organizacional impartido por Ronald Sistek, quien ha colaborado durante años con el curso de proyectos colaborativos y regenerativos en el Centro de Emprendizaje de la Universidad Austral.

Daniel Christian Wahl, autor del libro “Diseñando culturas regenerativas“, estuvo invitado al Congreso del Futuro en enero de 2022 y a fines de junio ofreció un conversatorio en línea con académicos del Instituto de Desarrollo Sustentable UC, en el marco de la difusión del Diplomado en Liderazgos para la Regeneración ecosocial, ofrecido por la Universidad Católica, que será dirigido por Bruna Garretón, docente de Sistemas agroalimentarios regenerativos.

Algunos gobiernos regionales ya están apostando por impulsar la regeneración socioambiental en sus territorios. Ejemplo de ello son el programa “Regeneremos Coquimbo” y “Los Ríos Regenerativo“. En la Región Metropolitana se busca apostar por un enfoque de gestión integrada del recurso hídrico hacia cuencas regenerativas.

Desde la sociedad civil, la Fundación Lepe ha decidido orientar su Fondo Común a proyectos socioambientales y comunitarios, que apliquen soluciones colaborativas para regenerar los ecosistemas. La Fundación Kawoq, en colaboración con el CoLab UC, impulsa desde 2021 el proyecto Chile Regenerativo. La Fundación Regenerativa, además de sus programas en Isla Mocha y Nahuelbuta, impulsa desde 2021 el catastro de predios “Regenerando Chile” para identificar a propietarios de terrenos interesados en impulsar iniciativas de conservación y regeneración.

El concepto ha ido permeando también diversos sectores empresariales. En el mundo corporativo, Walmart ha establecido metas para convertirse en una empresa regenerativa, Nestlé declara estar promoviendo prácticas de agricultura regenerativa y Teck se ha propuesto ser una empresa “positiva para la naturaleza”. En agricultura regenerativa destaca El Manzano, en ganadería destacan Carnes Manada y Efecto Manada, que aplica el manejo holístico promovido por la red Savory. En otros sectores, destacan iniciativas como la premiada Huiro Regenerativo, nacida en Puerto Varas y la iniciativa global Turismo Regenerativo, nacida en Pucón. Sistema B también incorporó el concepto recientemente en la formulación de visión: “Crear un sistema económico inclusivo, equitativo y regenerativo para todas las personas y el planeta”.

Conectando los puntos en retrospectiva, espero haber mostrado al lector, desde aquel más escéptico hasta el más entusiasta, un patrón o tendencia. La regeneración no se trata de una moda pasajera. Tampoco cuenta con una varita mágica, ni pretende ser una panacea. Parece ser una propiedad emergente en muchos sistemas vivos. Y como metáfora, nos permite ampliar nuestras narrativas para otorgarle un nuevo sentido a nuestras prácticas en contextos organizacionales comunitarios, sociales y socioecológicos. A medida que se extiende a diversos públicos y ámbitos, también se complejiza su aplicación práctica y su articulación, apareciendo nuevos desafíos emergentes. La regeneración ha llegado para quedarse. Y cada vez más personas, comunidades, empresas e instituciones están percibiendo el sentido de urgencia y mostrando interés en aprender sobre ella y emprender hacia ella.