Sostenibilidad
19 de marzo de 2022

Más colaboración con el ecosistema emprendedor/ Felipe León

Tengo que reconocer, me estaba costando un poco comenzar esta columna. Le daba vueltas y vueltas para hablar de porqué es una gran oportunidad para las grandes empresas colaborar con el ecosistema emprendedor, y especialmente, con emprendimientos sociales o de triple impacto.

En una de esas vueltas – que le daba al texto – me encontré con la noticia que la foodtech chilena NotCo haría un joint venture con la multinacional Kraft Heinz Company. Una gran noticia y que solo demuestra que el ecosistema del emprendimiento e innovación social en Chile está viviendo un buen momento.

Un buen momento que también ha sido potenciado por el éxito de Betterfly, startup chilena que se acaba de transformar en el primer emprendimiento social en adquirir la categoría de unicornio. Gracias a este caso estamos hablando más de emprendimiento con impacto y sustentabilidad en estos días.

Un buen escenario también para el sector privado – pensado en las grandes compañías – ya que con un ecosistema más robusto se pueden hacer apuestas de colaboración para fortalecer la innovación. Que grandes empresas trabajen junto a emprendimientos sociales ofrece la posibilidad de buscar soluciones innovadoras, viables y concretas a problemáticas sociales y ambientales que necesitamos resolver urgente.

Cada día vemos más colaboración, integración y hasta adquisición de propiedad, pero aún son pocas las empresas han tomado el riesgo y decisión de colaborar con startups desde una visión que vaya más allá del proveedor. En este sentido, cada empresa tendrá una forma distinta de vincularse con los emprendimientos de triple impacto. Puede ser a través de adquisición de propiedad como lo ha hecho Waltmart con Babytuto, a través de un joint venture como el ejemplo que inspira este texto, con colaboración abierta, basada en la confianza y de largo plazo como han sido los casos de Unilever con Algramo y Sodimac con Triciclos.

Todos sin duda buenos augurios de colaboración e innovación conjunta con excelentes réditos sociales y ambientales. Como ya hemos dicho, el ecosistema está creciendo, pero me salta una pregunta para la cual aún no tengo respuesta: ¿Que debemos hacer para fomentar aún más la colaboración?

El ecosistema actualmente se encuentra en plena expansión con otras startup innovadoras. En estos últimos días hemos escuchado buenas noticias de Philippo, la proptech chilena se suma a Y Combinator de Silicon Valley, sumándose al selecto grupo de startups que la aceleradora ha impulsado. También de Algramo que accede a US$650.000 de financiamiento para incursionar con su modelo de economía circular en Ciudad de México a través de la alianza “Revolución Refill” con WWF México y el World Economic Forum.

Por otro lado, Mycobite, la foodtech que busca revolucionar la industria con una nueva categoría de alimentos “Fungi based food” se posiciona en el 5to puesto del ranking #Foodtech500 en Latinoamérica. Por último, la startup Deep Talk se posiciona como la única chilena seleccionada en Station F, el campus de startups más grande del mundo con sede en Francia.

Una buena oportunidad para seguir colaborando con foco en la innovación y sustentabilidad.