En el contexto de la emergencia sanitaria que enfrenta el país, la compañía de energía ha decidido acortar el plazo de pago, desde el momento que se reciben las facturas.
Con el objetivo de ayudar a mitigar los impactos económicos adversos por la emergencia sanitaria que vive el país producto del COVID-19, Colbún tomó la decisión de acortar de 15 a 7 días los plazos de pago de las facturas a sus proveedores, a partir del momento en que recibe dicho documento.
Para ello, se ha dispuesto de los equipos y canales necesarios para la gestión de facturas y pagos en un menor plazo, contribuyendo así a mitigar los problemas de liquidez que pudieran tener las pequeñas y medianas empresas que prestan servicios a la compañía, en línea con lo ya realizado en noviembre del año pasado tras la crisis social de octubre, donde se acortó el plazo de 30 a 15 días.
Colbún trabaja con cerca de 1.500 pequeñas y medianas empresas aproximadamente, con las cuales contrató productos y servicios por cerca de US$ 62 millones durante el 2019.
Cabe señalar que esta acción se enmarca en una serie de medidas que la Compañía ha estado adoptando tanto a nivel interno como externo respecto del COVID-19. A nivel interno, en las últimas semanas se han estado tomando distintas acciones con trabajadores y contratistas, con el fin de evitar la propagación del COVID-19, pero asegurando la continuidad del suministro eléctrico. A nivel de las comunidades, la empresa ha estado colaborando con distintos materiales y aportes a municipios y servicios de salud, entre otros, para enfrentar de mejor manera la emergencia sanitaria y sus consecuencias.