El informe consultó a cerca de 500 profesionales (hombres y mujeres) de la industria respecto a su visión sobre las brechas que existen para aumentar la equidad de género. Los resultados fueron presentados en un evento que contó con la participación, entre otros, de Alejandra Wood, directora de Codelco e Iván Arriagada, CEO de Antofagasta Minerals.
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La consultora minera Vantaz Group, la Red de Ingenieras de Minas (RIM Chile), Spencer Stuart y Acción Empresas lanzaron los resultados de la quinta versión del estudio “Mujer en Minería”, que busca recoger la visión de los trabajadores de la industria sobre el proceso y condiciones de desarrollo de las mujeres en el sector. En esta edición de la encuesta -que mide cinco dimensiones y que contó con el patrocinio de Compromiso Minero- participaron cerca de 500 personas, de todo nivel jerárquico y de tipo de empresas (mineras, proveedores, entidades especializadas, asociaciones gremiales, entre otros).
Aunque se mantienen las brechas por género, se observa una mejora en la percepción de equidad por parte de las mujeres en comparación con los años anteriores en la mayoría de las dimensiones evaluadas (remuneraciones, oportunidades de desarrollo, evaluación de desempeño y opciones para asumir roles de liderazgo). No obstante, se registra una caída en el nivel de satisfacción laboral de las mujeres de 44% en 2021 a 37% en el presente año. Según Daniela Desormeaux, directora de Estudios de Vantaz Group, el deterioro de este último factor “es algo más generalizado a nivel país y no solamente propio de la minería, porque al preguntar a las mujeres si están considerando cambiarse de trabajo, un porcentaje importante contesta que sí, pero la búsqueda es dentro de la misma minería”.
Al respecto, José Luis Barroilhet, socio área Minera Spencer Stuart, suma un factor adicional: la falta de liderazgos que puedan administrar y potenciar equipos diversos. “La riqueza de la diversidad radica en que diferentes visiones del mundo aporten en una mirada común. Y, por eso, incorporar diversidad es mucho más que traer mujeres para presumir el número, sino que implica estar dispuestos a cambiar de manera significativa”, señala. Mientras que Milka Casanegra, directora de RIM Chile, agrega que “si bien, sigue habiendo disparidad en las percepciones de hombres y mujeres en torno a las condiciones laborales y a la visión de la industria, esto se debe a que las mujeres tienen hambre de seguir desarrollándose y crecer laboralmente, sin dejar de lado la conciliación con sus vidas personales y familiares”.
Percepción sobre la industria minera
Tanto hombres como mujeres tienen una percepción, en general, positiva en relación con la industria minera, siendo ellas levemente más críticas. Adicionalmente, cuando se les consulta a las mujeres sobre cuáles son las estrategias que debería priorizar el sector para mejorar los niveles de percepción dentro de la comunidad, la gran mayoría indica programas de minería sustentable.
“Es interesante el análisis de cómo las mujeres aportarán un enfoque más sostenible en materia de relacionamiento comunitario, factor fundamental para la industria minera dado su impacto, en relación con los hombres quienes aún apuestan por estrategias tradicionales de desarrollo social. Esto se condice con otros estudios que indican que en materia de ESG en directorios, por ejemplo, están muchos más preparadas que sus pares masculinos, dado que han visto dónde está el riesgo y la oportunidad de desarrollar negocios resilientes basados en la sostenibilidad como estrategia y no como acciones comenta Marcela Bravo, gerente general de Acción Empresas.
En esa línea, existe coincidencia en la necesidad de aumentar tanto la participación de las mujeres en el sector como de generar las condiciones para que más profesionales se integren a la minería. Para Milka Casanegra “ésta debe ir de la mano en mejorar la infraestructura física (baños salas de cambio, ropa, salas de lactancia, etc.) y cultural (micromachismos, sesgos inconscientes, acoso sexual, etc.), y generar una vinculación con la sociedad mostrando, transparentemente, qué y cómo hacemos minería y su impacto en nuestras comunidades y en el medio ambiente”. Lo anterior, para Daniela Desormeaux, permitirá que suba el número de mujeres en puestos de poder y en las áreas más operativas “que tradicionalmente han sido ocupados por hombres”.
José Luis Barroilhet agrega que el principal reto de la minería es “escuchar y trabajar en conjunto con las mujeres, porque los estándares han subido y eso es muy bueno. Debemos soltar los paradigmas y entregar el control, rescatando los enormes beneficios que tiene la diversidad, entendido como visiones, experiencias, formas de entender el mundo y de vivir diferentes. Está demostrado que los equipos diversos manejan mejor las empresas en estos tiempos, ya que enriquecen el debate y la toma de decisiones”. Mientras que Marcela Bravo añade que “la minería ha hecho un gran esfuerzo por abrir caminos y cimentar condiciones para la incorporación de mujeres, pero no queda exenta, como cualquier sector productivo, de comprender que esos caminos deben ir siempre respondiendo a un propósito. Ya no son suficientes las políticas de inclusión y diversidad, si las empresas realmente no están a su vez impulsando el cambio cultural organizacional que sostiene esas políticas”.
Próximos desafíos
Durante la presentación de los resultados del estudio, realizado este viernes, Iván Arriagada, CEO Antofagasta Minerals y Alejandra Wood, directora de Codelco, analizaron los principales hallazgos del estudio.
Respecto a la caída en el nivel de satisfacción laboral de las mujeres, Iván Arriagada señala la conciliación como un factor muy importante que podría ayudar a mejorarla en un futuro. “Durante la pandemia una de las cosas que avanzó más fuerte fue el teletrabajo y el trabajo hibrido, los cuales ofrecen una oportunidad muy grande de flexibilidad que ayudan bastante. Sin embargo, no sólo basta con eso; en nuestra experiencia nos hemos dado cuenta de que el teletrabajo requiere de códigos distintos, porque los horarios empiezan a dilatarse. La gente termina trabajando en la casa, pero en horarios muy extendidos, por lo que no hay conciliación”, comentó.
Por otro lado, Alejandra Wood, explica que “si bien vamos mejorando la participación de las mujeres en la industria minera, hay que preocuparnos una vez que llegan a ésta de insertarlas en este mundo. En el fondo como le damos el espacio para desplegar su talento en un ambiente que es muy competitivo y masculinizado”.