En la segunda sesión del programa Impulso Transformador, que pertenece a nuestra línea temática Personas y Trabajo, se habló sobre las condiciones y vulnerabilidades de los trabajadores en el contexto de Covid-19.

Para comenzar, hizo su presentación Nicolás Torres, Coordinador Nacional de Proyecto Conducta Empresarial Responsable en América Latina y el Caribe de OIT, quien se refirió a la agenda que promueve la OIT para proteger a los trabajadores, especialmente en tiempos de pandemia.

Sobre lo anterior, detalló los convenios internacionales del trabajo que mantiene la OIT para la protección laboral, los que establecen estándares que deben ser respetados y protegidos por Estados y empresas. Con ellos se busca la promoción de un trabajo decente y productivo para mujeres y hombres, en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad; y la eliminación de la discriminación, entre otros.

“OIT establece una serie de mecanismos legales. Lo importante todo eso, es que establece directrices para las empresas, para que puedan abordar la vulnerabilidad, tomando en cuenta al trabajador como individuo”, dijo Torres.

Uno de los convenios es el 100, sobre la igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina, por un trabajo de igual valor. También citó la Recomendación número 205 de la OIT, sobre el empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia, que apunta a proporcionar orientaciones sobre las medidas para generar empleo con fines de prevención, recuperación, y la resiliencia en situaciones de crisis.

“En las últimas décadas se ha producido una deshumanización de las relaciones laborales. Esto cambiará cuando logremos poner al centro a las personas”, señaló.

Por último, Josep Bonet, Director de Personas, Organización, Cultura y Talento de nuestro socio Aguas Andinas, expuso la experiencia de la empresa en estos meses. Por ejemplo, contó que en febrero comenzaron a tomar las primeras medidas, se estableció un comité de crisis que hasta ahora sesiona a diario, enviaron a sus casas al personal que podía teletrabajar y recibieron asesoría científica y técnica en ámbito de salud pública de la Pontificia Universidad Católica de Chile.