La Producción y el Consumo Responsable, parte de los 17 ODS de la Organización de Naciones Unidas, que busca garantizar la paz y prosperidad, dejando atrás la pobreza y proteger el planeta, debiese estar incluido en los planes publicitarios de las marcas, sin importar su rubro.
Según el estudio BBrands 2023, ocho de cada diez consumidores declara que es importante que las marcas estén comprometidas para hacer de este mundo un mejor lugar para vivir, sin embargo, el porcentaje que está dispuesto a pagar más por marcas que aseguren un impacto positivo, cayó cuatro puntos en relación a 2022.
Con una sociedad cada vez más consciente sobre el impacto de la actividad empresarial en su entorno más próximo y en el medioambiente, es relevante que las marcas también muestren su preocupación y responsabilidad para enfrentar la crisis climática y ambiental, pero tampoco abusar de la falta de expertise de los consumidores, ni explotar su posible desconocimiento, tal como lo expresa el artículo 27 del Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (Conar).
En esta línea, existen diversos documentos y guías que podrán orientar a las marcas a mostrar que pasaron de ser parte del problema, a contribuir con una solución para avanzar a una producción y consumo más sostenible. Moviéndose desde estrategias enfocadas en vender, a otras que apuntan a difundir acciones que llaman a la sociedad a tomar conciencia sobre la fragilidad en la que se encuentra el planeta y que cada una de las iniciativas, aportan con un granito de arena para frenar esta compleja situación.
En esta línea, el 74% de los encuestados en el estudio BBrands 2023, declara que es importante que las marcas compartan sus valores y principios al momento de comprar, evidenciando un alza de cuatro puntos en relación al año anterior.
La clave está en comunicar acciones socioambientales, con información veraz y comprobable, pues repercute positivamente en la recordación de marca, reputación y valoración positiva.