Hoy ya no es posible operar en un territorio sin tener un relacionamiento con las comunidades que se ven impactadas por la actividad empresarial. En esta línea temática, las empresas trabajan para generar nuevas relaciones con sus comunidades no desde la lógica transaccional, es decir aquella basada en entregar aportes económicos esperando así continuar operando de manera tradicional. Por el contrario, buscan desarrollar estándares de gestión y operaciones con criterios de triple impacto en función del territorio, donde la realización de proyectos co-gestionados con sus grupos de interés les permita avanzar en relaciones saludables, de confianza y de largo plazo.